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Un desesperado Laporta traslada la batalla legal por Dani Olmo y Pau Victor al CSD

Dani Olmo y Pau Víctor se quedaron en casa viendo por la televisión el serio debut del Barça en la Copa goleando al Barbastro (0-4). No pudieron viajar porque son jugadores del Barça, pero no están inscritos en La Liga ni tampoco poseen la licencia federativa necesaria para ejercer su oficio. Seguir leyendo….

Santo Domingo - Publicado hace

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Dani Olmo y Pau Víctor se quedaron en casa viendo por la televisión el serio debut del Barça en la Copa goleando al Barbastro (0-4). No pudieron viajar porque son jugadores del Barça, pero no están inscritos en La Liga ni tampoco poseen la licencia federativa necesaria para ejercer su oficio.

Ambos quedan ahora en un limbo legal -pertenecen al club, pero no pueden jugar en España-, al que un desesperado Joan Laporta busca una salida legal acudiendo al Consejo Superior de Deportes (CSD) para hallar la solución.

Desesperada y, tal vez, última vía a no ser que deba acudir el club a la batalla judicial -ha perdido las dos anteriores- para intenta evitar que se convierta en un negocio desastroso tras confirmar este sábado, y de forma conjunta, tanto La Liga como la Federación que los dos jugadores no pueden volver a ser reinscritos al haber caducado el plazo de la Nochevieja (23.59 h). El Barça sostiene que sí presentó la documentación en regla, algo que no es compartido por las instituciones que rijen el fútbol español.

“Esperemos que jueguen con nosotros lo antes posible”, ha dicho Hansi Flick tras la goleada al Barbastro en la Copa en la que el Barça, según explicó, “ha demostrado jugar muy concentrado y con mucha profesionalidad”, ajeno a todo el ruido que se ha generado. “He hablado con Dani y con Pau, son dos grandes jugadores. Los necesitamos”, ha añadido el técnico.

Al CSD el martes 7

Por ahora, Dani Olmo y Pau Víctor se han perdido un partido copero al quedar desinscritos el pasado 1 de enero. Pero, además, se exponen a quedarse fuera de la Supercopa de España, donde el equipo de Flick tiene fijada la semifinal el miércoles 8 ante el Athletic Club de Bilbao en Yeda.

El argumento jurídico, según ambas entidades, es indiscutible: «De acuerdo con la interpretación literal de los artículos 130.2 y 141.5 del Reglamento General de la RFEF que impiden que un jugador cuya licencia se cancele pueda, en el transcurso de la misma temporada, obtener licencia en el mismo equipo del club al que ya estuviera vinculado». Pero el Barça confía en cambiar en unas de las últimas vías que le quedan el rumbo convenciendo al CSD -la documentación se entregará el martes 7, primer día hábil- para que le conceda la cautelarísima, imprescindible para esquivar la ruina deportiva, económica –100 millones, al menos, de pérdidas– y, además, reputacional.

Laporta, contra las cuerdas

En Barbastro, y coincidiendo con la Copa, se escenificó el primer capítulo de ese desgobierno que ha llevado a Flick a quedarse sin poder usar a dos jugadores, mientras Joan Laporta, el presidente, se enfrenta al período más delicado de su segundo mandato. Comparable, incluso, a la inesperada y traumática marcha de Messi con la que abrió en el verano de 2021 con el que su inició este proyecto.

Acude el dirigente al Gobierno, representado en la figura del CSD, una vez ha sido derrotado en cada una de las acciones que ha ido tomando. Primero, a través de los juzgados; luego con la batalla legal en la que la solicitud de “nuevas licencias” para los futbolistas a la Federación, a pesar de que votó Laporta a Louzán, también le dio la espalda, aliándose también con Tebas, quien sometido a diversas presiones por parte de otros clubs firmaron la negativa final.

Vestuario desorientado

Liga y Federación dejan con escaso margen de maniobra a Laporta, quien apela ahora al CSD y si no logra salir podría terminar, de nuevo, en la justicia ordinaria. Los jugadores, entretanto, estaban ayer en sus respectivos domicilios sin poder ejercer su trabajo, ocultando en público el enfado e inquietud que sí trasladan en privado. Pero tanto Dani Olmo, que podría irse a cualquier gran club de Europa, como Pau Víctor mantienen una actitud absolutamente respetuosa con el club, al igual que un descontento Flick, quien aún confía en un remedio.

Dani Olmo, en el último entrenamiento del Barça antes de debutar en la Copa del Rey en Barbastro. / Efe / Alejandro García

El sábado, y poco antes de que el equipo iniciara el viaje en autobús hacia Barbastro, Laporta volvió a bajar al vestuario para intentar calmar a todos, empezando por los dos futbolistas y su desorientado entrenador. Y las palabras tranquilizadoras del presidente no se han cumplido ya que aún siguen desinscritos.

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