Nadie lo diría, pero el Barça lleva cuatro jornadas de Liga sin ganar, y apenas ha sumado una victoria en las últimas ocho. Las otras competiciones ayudan a disimular lo que podría catalogarse como crisis en el campeonato principal. Las dos eliminatorias de Copa, la conquista de la Supercopa y el emocionante triunfo en Lisboa sobre el Benfica son los árboles…
Nadie lo diría, pero el Barça lleva cuatro jornadas de Liga sin ganar, y apenas ha sumado una victoria en las últimas ocho. Las otras competiciones ayudan a disimular lo que podría catalogarse como crisis en el campeonato principal. Las dos eliminatorias de Copa, la conquista de la Supercopa yel emocionante triunfo en Lisboa sobre el Benfica son los árboles que no dejan ver el bosque.
El empate de Getafe del pasado domingo no fue el tradicional tropiezo del páramo que tiene montado ahí José Bordalás, que ha sumado un nuevo amigo en Hansi Flick; fue el síntoma de que el Barça no chuta en la Liga, descolgado de la cabeza. Los azulgranas sólo han ganado al Mallorca en ocho jornadas y han sumado tres empates (Celta, Betis y Getafe), resultados a todas luces insuficientes y que, sin embargo, no cultivan ningún asomo de acusación o crítica hacia la gestión de Flick.