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Sigue la caída en barrena del City de Guardiola: quinta derrota seguida, vapuleado por el Tottenham
El parón de selecciones no ha obrado un click en el Manchester City, ni se ha producido el reset que pedía Pep Guardiola para que el equipo reaccionara en cuanto retomara la competición. Volvía el vigente campeón de la Premier a jugar ante su público del Etihad, con la alineación de gala, y sucumbió frente al Tottenham Hotspur, uno de los…
El parón de selecciones no ha obrado un click en el Manchester City, ni se ha producido el reset que pedía Pep Guardiola para que el equipo reaccionara en cuanto retomara la competición. Volvía el vigente campeón de la Premier a jugar ante su público del Etihad, con la alineación de gala, y sucumbió frente al Tottenham Hotspur, uno de los pocos rivales que tiene atravesado; de hecho, el conjunto londinense empujó al City a esa caída en barrena que no ha parado cuando le eliminó de la Copa de la Liga (2-1) el pasado 30 de octubre. Al contrario, se ha agravado
Esta vez le endosaba la quinta derrota consecutiva con una goleada (0-4) después de que el City cayera en Bournemouth (2-1), en Lisboa con el Sporting en la Champions (4-1) y en Brighton (2-1). Algo que solo conocían los más viejos del lugar. Algo inaudito desde que comenzara la era Guardiola en 2016 y que se va a prolongar hasta 2026 (o 2027) tras la renovación firmada por el técnico de Santpedor. Una experiencia inaudita conocía Guardiola, ya que nunca perdió cinco partidos seguidos.
Rodri y el hundimiento
Sí vivió un precedente de cinco partidos sin ganar: con el Barça entre el 14 de febrero y el 4 de marzo de 2009. El equipo azulgrana empató tres partidos (Betis, Olympique de Lyon en la Champions y Mallorca en la Copa) y perdió dos, con el Espanyol (1-2) y el Atlético de Madrid (4-3).
Boquiabierto estaba Rodri en el palco, después de ser homenajeado en los prolegómenos al enseñar y compartir el Balón de Oro, un trofeo nunca visto en el sector azul de Manchester. Boquiabierto se quedó Guardiola al ver los errores defensivos que socavaron el buen inicio del equipo, con un remate de Erling Haaland que desvió Vicario.