Las pruebas de Ancelotti para la Champions y los pitos del Bernabéu: “Entiendo que no haya gustado”

El Santiago Bernabéu estaba este domingo como el tiempo de Madrid: frío, gris, inapetente, sin brillo. Más allá de la grada Fans RMCF, la zona de animación del fondo sur, el público del Real Madrid asistió a la victoria contra el Rayo (2-1) sin haber merendado entusiasmo. Sería la resaca de una nueva noche de fervor en Champions cinco días atrás, sería el escaso aliciente de un partido contra el vecino Rayo a tres días de la batalla de vuelta en el Metropolitano. Sería el tiempo.

O sería, quizá, que en el campo del Real Madrid se viene creando en las últimas semanas un caldo de cultivo de cierta desconfianza hacia el equipo. De ahí, quizá, que el mayor despliegue de ruido que se desplegó durante toda la tarde llegara cuando todo acabó, con una pitada hacia los futbolistas, no mayoritaria pero sí importante, pese a que habían conseguido la victoria.

Las explicaciones de Ancelotti

“Entiendo que a la afición no le haya gustado la segunda parte“, decía después Carlo Ancelotti, consciente del bajón de nivel de los suyos tras el descanso y especialmente en el tramo final del choque, en el que el Real Madrid se centró, con éxito, en conservar la ventaja que le reportaba el 2-1 que ya figuraba al descanso en los marcadores.

“Tenemos que tener en cuenta que muchos equipos que han jugado la Champions han perdido o no han ganado sus partidos”, continuaba el técnico italiano, citando al Liverpool, el Bayern, el Leverkusen y el Inter, aunque no al Atlético, que había perdido contra el Getafe un par de horas antes, un resultado que además permite al Real Madrid empatar en la cabeza de LaLiga con el Barça. Los azulgrana, eso sí, han disputado un partido menos, el que tuvo que ser aplazado el sábado contra Osasuna por la repentina muerte del médico del primer equipo, Carles Miñarro.

Lo cierto es que, de todas las estrellas blancas, la única a la que se percibió a pleno rendimiento durante la mayor parte del encuentro fue a Vinicius. Bellingham, en su regreso liguero tras dos jornadas de sanción, pasó completamente desapercibido y de Mbappé no volvió a haber noticias tras un gol que, todo sea dicho, necesitaba como el comer, tras tres noches de sequía.

Unos cambios extraños

Ninguno de los dos terminó el partido sobre el césped, como tampoco lo hizo Rodrygo. Una rareza para un Ancelotti bastante político en sus sustituciones, más aún en el Bernabéu. Sucede que este domingo no era momento para la gestión de egos, sino para pensar en el futuro cercano. Y así operó Carletto.

Porque defender un 2-1 es, precisamente, la misión que tiene el Real Madrid en el Metropolitano este miércoles. Y, contra el Rayo, Ancelotti dejó pistas de cómo tiene pensado hacerlo. Así ha de interpretarse que Fede Valverde, tras varias semanas moviéndose entre el doble pivote y el lateral derecho, entrar ayer para jugar de centrocampista por la derecha. Lo mismo, pero por la izquierda, que un Eduardo Camavinga cuyos cortocircuitos preocupan jugando por delante de la defensa. Brahim Díaz, el más centrocampista de los delanteros de Ancelotti, salió para ocupar un puesto en la punta junto a Vinicius.

La pareja Tchouaméni-Modric

La gran duda para el Metropolitano quizá radique en la pareja de mediocentros. Aurélien Tchouaméni, al que Ancelotti elogió este domingo, es fijo. Luka Modric tiene jerarquía y nivel de sobra para la otra plaza, pero hasta el día de hoy, no ha repetido titularidad nunca en toda la temporada. Quizá el miércoles sea el momento para romper esa norma no escrita del libreto del italiano.

“Tchouaméni tiene un carácter muy fuerte. Es un trabajador muy serio y profesional, que ha manejado muy bien las críticas. Ahora está jugando realmente muy bien con balón, no había que descubrirlo sin balón, es espectacular. La pareja de hoy Modric-Tchouaméni lo ha hecho muy bien“, sugirió tras ganar el Rayo, destacando que Modric ha acabado “un poco cansado, pero como todos” y que va a recuperarse bien para el miércoles.

Una cita para la que Ancelotti también recuperará a Courtois y al griposo Rüdiger, ausentes contra el Rayo. Del portero se limitó a decir que ha tenido “un pequeño problema” que no reviste gravedad, sin más detalle.