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¿Veni, Vidi, Vici?, por Lluís Carrasco
60 cumpleaños, y creo que Hans Flick no podía ser más feliz.Seguir leyendo….
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60 cumpleaños, y creo que Hans Flick no podía ser más feliz.
Es cierto que no tuvo una llegada plácida, más bien fue disparatada y convulsa, con viajes arriba y abajo de ejecutivos del club, y confirmaciones que se ratificaban o desmentían en función de destituciones que también iban y venían de manera enloquecida en las famosas noches de sushi, porteros automáticos y periodistas de guardia. Pero llegó, y hoy lo podemos afirmar con rotundidad: El técnico de Heidelberg ha sido agua bendita para el club, y su llegada disipó como un huracán toda la niebla que nos mantenía en la penumbra y hoy podemos ver, no solo luz al final del camino, sino el resplandor de una labor que ilumina con su solvencia toda una entidad.
Flick es un tipo agradecido. No desaprovecha una sola ocasión para darle las gracias a la vida por la oportunidad recibida ensalzando el club y su ciudad… Le fascina el carácter cauto pero alegre, integrador y acogedor de los catalanes, su cultura, la riqueza de su gastronomía, la bondad del clima, y ese día a día rodeado de unos chicos de talento infinito que, desde la humildad del que solo está iniciando su carrera, hacen del fútbol su pasión, su divertimento y su sonrisa.
Un sueño llamado Barcelona
¿Quejas? Ni una. El alemán tenía un sueño llamado Barcelona. La ciudad y su club insignia siempre le habían parecido un deseo prohibido, escondido, y una aspiración que solo conocían sus más allegados, un amor platónico que forma parte de tu “yo” más íntimo e inconfesable. En el día a día no puede sentirse más dichoso, y les desvelaré un secreto: habla un castellano sorprendente, e incluso un poco de un divertido catalán, pero esperen sentados si esperan oírselo, no cometerá el error de impresionarnos con su soltura más allá de un par de frases entre risas… Él, astuto como pocos, sabe que parapetado en la supuesta ignorancia de la lengua se vive más confortable y sobre todo, más seguro, ante una prensa ávida y mordaz.
¡Veni , vidi, vici! Hans Flick llegó, vió y aun no venció… ¡Pero lo hará!
Tiempo al tiempo…