El Mundo
Ucrania refuta alegaciones de Canal Red mientras arrecian más bulos sobre la guerra
April Heggett, ciudadana canadiense alistada en el Ejército ucraniano, es médico de combate y en la actualidad lucha junto a sus compañeros de la 93 Brigada, formado por antiguos reclusos y cuyo apodo para los medios de comunicación es ‘Alcatraz’. Así lo certifica desde Ucrania la portavoz de dicha unidad militar, la teniente Irina Dmytrivna Rybakova, quien además ha proporcionado como…
April Heggett, ciudadana canadiense alistada en el Ejército ucraniano, es médico de combate y en la actualidad lucha junto a sus compañeros de la 93ª Brigada, formado por antiguos reclusos y cuyo apodo para los medios de comunicación es ‘Alcatraz’. Así lo certifica desde Ucrania la portavoz de dicha unidad militar, la teniente Irina Dmytrivna Rybakova, quien además ha proporcionado como pruebas la cartilla militar de la soldado y su contrato con el Ministerio de Defensa de Ucrania. En un intento de deslegitimar a un medio progresista de gran tirada, Irene Zugasti, colaboradora de Canal Red, plataforma audiovisual vinculada a Podemos, aseguraba con total certeza, en un hilo en la red social X y en un texto en Diario Red, el órgano de la formación podemita que, tras «buscar un rato en internet», dedujo que April no era «ni médico de combate, ni soldado».
Zugasti no ha contestado a dos mensajes enviados por este diario demandándole pruebas documentales o testimonios sobre sus acusaciones, en las que la comunicadora llega a comparar a esta mujer canadiense con una militante de la sección femenina de la Falange franquista, con una enfermera del Ejército nazi o con una militar de cara bonita que no dispara un tiro, una figura «muy de moda» en el Ejército israelí. Fermín Torrano, periodista free lance con largas estancias en Ucrania que conoce personalmente a la canadiense, refuta también las afirmaciones de Zugasti, atribuyéndolas a su «ceguera ideológica«. El hilo, además, fue reproducido por la exministra de Igualdad y recién nombrada candidata de Podemos en las próximas elecciones, Irene Montero quien, al igual que Zugasti, aprovechó la ocasión para cuestionar la credibilidad del diario ‘El País’.

Capturas de pantalla de los post de Irene Zugasti equiparando con una enfermera nazi a una médica militar canadiense. / Redacción
El post en el que Pablo Iglesias denuncia la existencia de souvenirs en un centro comercial de Madrid con el emblema del batallón de Azov, unidad militar que el dirigente podemita identifica con la ultraderecha, ha generado gran interés entre los expertos en desinformación en España, que han trazado los orígenes del material y han extraido importantes conclusiones acerca de la penetración de la desinformación rusa en determinadas fuerzas políticas españolas de ultraizquierda.
La imagen original fue diseminada por la cuenta @ontheothersideofthewall, con casi 70.000 seguidores y radicada, según se especifica en su carátula de presentación, en Moscú. De acuerdo con fuentes de la publicación Monitordisinfo, ello demostraría que «el bloque relacionado con Podemos comparte narrativas e incluso contenidos de canales desinformativos rusos». Las fuentes consultadas no pueden dilucidar si Iglesias transmitió desinformación, «de forma deliberada» o fue simplemente «instrumentalizado», pero sí deducen la eficacia de los desinfomadores originales al emplear «figuras políticas locales como vectores de legitimación«. El post fue reproducido desde Moscú por Pablo González, acusado en Polonia de espiar a favor de Rusia e intercambiado en verano pasado junto a nombres importantes de la inteligencia rusa, sin que el líder podemita haya desautorizado hasta el momento semejante apoyo venido desde Rusia y realizado por una figura controvertida y con problemas legales en la UE.
Todo ello coincide, además, con una nueva oleada de bulos referentes al conflicto ucraniano lanzados por influencers y figuras en las redes vinculadas tradicionalmente a la propaganda rusa y a ideologías de ultraderecha, como el coronel Pedro Baños. En un post reciente en la red social X, antes Twitter, el militar en la reserva intentó sembrar dudas sobre la autoría rusa de la masacre de Bucha, confirmada por todas las investigaciones, reproduciendo el hilo ‘Bucha desenmascarada: una red de dudas’, y preguntándose: «¿será verdad?». Esta intensificación de las campañas de desinformación rusas en España, según expertos en la materia, coincide con el debate en España sobre el incremento del gasto militar, intentando «influir» en el mismo.
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