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Trump sopesa nombrar secretario de Estado al senador ultraconservador Marco Rubio
El ala más dura del Partido Republicano se abre camino entre el gobierno que está nombrando el presidente electo de EEUU, Donald Trump. El senador ultraconservador Marco Rubio del bastión republicano de Florida podría ser el siguiente secretario de Estado de EEUU, según adelanta el ‘New York Times’ a pesar de que estas mismas fuentes admiten lo errático que es el…
El ala más dura del Partido Republicano se abre camino entre el gobierno que está nombrando el presidente electo de EEUU, Donald Trump. El senador ultraconservador Marco Rubio del bastión republicano de Florida podría ser el siguiente secretario de Estado de EEUU, según adelanta el ‘New York Times’ a pesar de que estas mismas fuentes admiten lo errático que es el expresidente y admiten que a pesar de ser su favorito para el puesto, podría cambiar de opinión hasta el último minuto. Rubio ha pasado de crítico acérrimo de Trump en las primarias republicanas en las que ambos concurrieron en 2016 a uno de sus grandes entusiastas a medida que Trump se hacía con más poder dentro del partido.
De confirmarse esta elección para el puesto, cabe destacar la transformación de Rubio que, en los últimos ocho años se ha ido retractando y contradiciendo sus propias ideas, más intervencionistas, hasta el punto que se le ha definido como un halcón de la política exterior, en marcado contraste frente al aislacionismo trumpista. Rubio fue crítico incluso al punto de señalar la traición del partido conservador a sus principios al dejarse moldear por un candidato tan atípico como el expresidente. Sin embargo, Rubio ha ido desde entonces rebajando su tono y tomando un perfil más bajo hasta mostrarse como el más alienado de sus seguidores cuando considerado como vicepresidenciable repubicano en verano, puesto para el cual fue descartado.
Rubio, que sería la primera persona latina en ocupar el cargo de secretario de Estado de EEUU, fue elegido senador en 2010 y se ha posicionado como un halcón de la política exterior, adoptando posturas duras con China, Irán, Venezuela y Cuba en particular. Es partidario de ejercer máxima presión sobre China e Irán y de acabar con la guerra entre Ucrania y Rusia. Además es muy crítico con el Gobierno castrista de Cuba, con el mandatario venezolano Nicolás Maduro y con el nicaragüense Daniel Ortega.
Qué se espera de Rubio como secretario de EEUU
Con todo, de Rubio se espera que siga la línea que marque Trump, incluido el salirse de la OTAN si así lo acaba mandando el presidente electo. Respecto a la invasión rusa de Ucrania, Rubio se ha hecho eco de las ideas de campaña de Trump diciendo que el conflicto ha llegado a un punto muerto y “necesita ser llevado a una conclusión”. El equipo de campaña de Trump dijo que su prioridad era la paz pero no la recuperación de los territorios ucranianos ocupados por Rusia, aunque no está siquiera claro que los líderes rusos y ucranianos se sienten a conversar a instancias de Rubio.
Donde Rubio sí apostó por caballo ganador fue en su dureza contra China, Durante la primera administración Trump, tomó un papel principal como copresidente de una comisión bipartidista para elaborar una política agresiva sobre China, en ocasiones alegando los abusos contra los derechos humanos de ese país para justificar el darle la espalda al gigante asiático. En 2020, Rubio lideró un proyecto de ley que el presidente Joe Biden firmó al año siguiente, convirtiendo el asunto en uno de los pocos consensos bipartidistas.
La transformación de Rubio
Rubio, conservador de la vieja escuela, es un político más al uso más propio de la era Bush que de la era Trump. La transformación del Partido Republicano en manos de Trump hacia el aislacionismo (a favor de los aranceles y en contra de la intervención en conflictos extranjeros) dejó al senador de Florida entre la minoría que se atrevía a estar en desacuerdo con el expresidente. Rubio se presentó por años como un internacionalista dispuesto a desplegar el poder estadounidense: abogó por una mayor intervención en Siria para derrocar al presidente Bashar el Asad, criticó al presidente Barack Obama por un despliegue a su juicio insuficiente en Libia y sugirió acciones militares contra Irán para frenar su armamento nuclear.
Trump le llamaba ‘el pequeño Marco‘ por considerarlo débil, y Rubio dijo de Trump que tenía las “manos pequeñas” usando tal afirmación como sinónimo de falta de virilidad, y le llamó “estafador“. Tras la victoria de Trump en 2016, Rubio dijo en la CNN que “Durante los próximos años, hay mucha gente en la derecha (…) que va a tener que explicar y justificar cómo cayeron en esta trampa de apoyar a Donald Trump”. Sin embargo, cuando su nombre sonó como vicepresidenciable, Rubio tuiteó que apoyaba a Trump “porque su tipo de liderazgo es la ÚNICA manera de que consigamos las acciones extraordinarias necesarias para arreglar el desastre que ha creado Biden”.