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Quique Cárcel sobre Arthur Melo: “El 1 de enero no podíamos pagarlo, pero el 31 había más posibilidades”
Con el refuerzo de Arthur Melo subsana el Girona una carencia: la del centrocampista que tiene el mapa del campo. La función que desempeñaba Aleix Garcia y que han intentado ejercer hombres que no tienen las mismas características. De Yangel Herrera se han perdido sus cualidades de llegador, igual que Iván Martín ha perdido capacidad de generar peligro lejos del área…

Con el refuerzo de Arthur Melo subsana el Girona una carencia: la del centrocampista que tiene el mapa del campo. La función que desempeñaba Aleix Garcia y que han intentado ejercer hombres que no tienen las mismas características. De Yangel Herrera se han perdido sus cualidades de llegador, igual que Iván Martín ha perdido capacidad de generar peligro lejos del área y Oriol Romeu ha perdido peso y continuidad. De ahí que el futbolista brasileño, “un jugador capaz de llevar el ritmo, de jugar con inteligencia, de desplazar el balón a la banda más rápido” fuera, según la definición de Quique Cárcel, el director técnico, uno de los objetivos del club.
Un objetivo que llegó el último día de mercado. Por una razón. “El 1 de enero no podíamos pagarlo, pero el 31 había más posibilidades”, se sinceró Cárcel, que sobre la mesa tenía el perfil del futbolista que necesitaba Míchel Sánchez. “No era la primera opción porque económicamente era inviable”, añadió, aludiendo a la alta ficha que percibía Arthur en la Juventus y las limitaciones presupuestarias del Girona. Al cierre del mercado, la presión corría de la parte del jugador y del club turinés por la necesidad que tenían de pactar la salida del centrocampista, que no jugaba desde el mes de mayo. El Santos era una opción de volver a Brasil y jugar con Neymar. El Girona brindaba la posibilidad de seguir en Europa.

Delfí Geli, presidente del Girona, Arthur, nuevo jugador del equipo de Míchel, y Quique Cárcel, el director deportivo del club catalán, en Montilivi. / @GironaFC
Un perfil inexistente
Arthur es “un perfil que no teníamos” que podía completar la plantilla y, además, tiene el conocimiento de la Liga que adquirió en las dos campañas que estuvo en el Barça (2018-2020) y veía que el Girona podía ser un trampolín para su carrera. El otro rastreo del mercado, más sosegado, era para buscar algún futbolista que mejorara “claramente” algún puesto del equipo. Mïchel está conforme con la composición del vestuario. El técnico no quería ninguna salida.
El lunes, sin embargo, se vivió un momento duro, desvelado al final del partido frente al Las Palmas por Míchel. Era el día que se cerraba el mercado a las 12 de la noche. Jhon Solís estuvo en un tris de marcharse.

Delfí Geli, Arthur Melo y Quique Cárcel, durante la presentación del futbolista brasileño. / Marc Martí
El estrés con Solís
“A las seis de la tarde llamó el Oporto para obtener una cesión, con una opción de compra no obligada, cuando faltan tres horas para nuestro partido”, relató, y la imposibilidad de meditar la propuesta y, sobre todo, encontrar un recambio. “Para mí fue una situación muy estresante, hubo un momento de tensión”, que finalmente no quedó en cada. Solís deseaba marcharse para disponer de más minutos de juego, pero Míchel, en cambio, “confía mucho en él u siempre ha dicho que no deseaba que saliera”. Subsanada la emergencia, el Girona dejó marchar a Pau. Cárcel negó que la oferta hubiera sido de 12 millones. “Es una cantidad que, de ser cierta, la decisión debía tomarla la propiedad”, aclaró.
Arthur, que llevará el número 12, ha sido la única alta. El Girona estudió la adquisición del noruego Sverre Nypan, del Rosenborg. Las negociaciones nofructificaronn por escapar al presupuesto de la entidad catalana, pero el contacto está establecido con el futbolista y su familia. “Es posible que lo intentemos el próximo verano”, apuntó el ejecutivo gerundense. El problema, ahora en invierno, sería el mismo que yahabráa con Arthur: la necesidad del futbolista de adaptarse al cambio de ciudad y de equipo, de conocer las bases tácticas de Míchel y, en el caso de Arthur, de coger el ritmo de competición.

Arthur, con los aficionados del Girona que acudieron a verle a Montilivi. / Marc Martí
Perspectivas de mejora
Por contra, ha habido dos bajas. El centrocampista Selvi Clua ha sido traspasado al Almería y Pau López, que llegó a ser presentado por el Lens, ha recalado en el Toluca de México. El cambio se produjo porque la UEFA no permitía la inscripción de un portero en su lugar -de haber continuado el Girona en la Champions, lo que no se conoció hasta la penúltima jornada- y para cubrir una sanción de Gazzaniga, que, además, fue sustituido ante el Rayo Vallecano por lesión.
Míchel y Cárcel están relativamente contentos con el desarrollo de la temporada. El objetivo básico al inicio, era asegurar la permanencia; a continuación, será regresar a Europa. Los técnicos confían en la progresión del equipo en la segunda vuelta, cuando se ha vaciado ya el calendario de los partidos intersemanales.

Quique Cárcel, durante su análisis del mercado de invierno del Girona. / EP
“La Champions ha sido una gran experiencia que nos ayudará mucho al club, a mí como director deportivo y a Míchel como entrenador”
La factura europea
A juicio del máximo ejecutivo deportivo del Girona, la Champions ha pasado factura. El desconocimiento de todos los integrantes de la entidad para gestionar las consecuencias de disputar la máxima competición europea por primera vez en la historia se ha notado. Por la eliminación en la liguilla, y por el desgaste que han generado los siete partidos, eliminando días de entrenamiento, con viajes, con cansancio y con el peso de las derrotas.
“Ha sido un esfuerzo muy heavy y, el fin de semana, te enfrentas a equipos descansados”, comentó Cárcel, que vio el último ejemplo elocuente en Vallecas visitar al Milan en San Siro. “El Rayo nos pasó un poco por encima en los últimos 25 minutos”, admitió. No volverá a suceder. “Ha sido una gran experiencia que nos ayudará mucho como club, a mí como director deportivo y a Míchel como entrenador”, concluyó.