Connect with us

El Mundo

Niños sicarios de Suecia

Pandillero, sicario o niño soldado son términos que se asocian a países de África y América Latina. Pero de un tiempo a esta parte forman parte del relato que describe la violencia que padece Suecia. Hace apenas una década, el otrora ‘paraíso’ del Estado de bienestar, figuraba entre los países más seguros de Europa. Hoy está entre los que registran un…

Pandillero, sicario o niño soldado son términos que se asocian a países de África y América Latina. Pero de un tiempo a esta parte forman parte del relato que describe la violencia que padece Suecia. Hace apenas una década, el otrora ‘paraíso’ del Estado de bienestar, figuraba entre los países más seguros de Europa. Hoy está entre los que registran un nivel más alto de tiroteos mortales. “Nos enfrentamos a un crimen organizado sistémico“, ha dicho el ministro sueco de Justicia, Gunnar Strömmer.

Poderosas bandas rivales del crimen organizado mantienen desde hace años una pugna por el control de negocios ilícitos, como el narcotráfico. Las autoridades estiman que unas 62.000 personas están vinculadas a estas pandillas. Los asesinatos por ajustes de cuentas se han extendido por el territorio y, lo que es aún más preocupante, muchos de los que aprietan el gatillo son chavales. Según datos de la policía, más de 100 niños suecos menores de 15 años, la edad penal, participaron en la planificación de asesinatos el año pasado, tres veces más que en 2023.

Una de las vías habituales de captación de asesinos a sueldo son las redes sociales. “Hermano, no puedo esperar mi primer cadáver”, escribe un niño de 11 años en un chat encriptado interceptado por la policía. “Mantente motivado, ya llegará”, le responde el reclutador, un joven de 19 años que ofrece al chaval 150.000 coronas suecas (13.433 euros) por un asesinato. “Es una especie de mercado laboral donde las misiones se publican en foros, y la gente que las acepta son cada vez más jóvenes”, ha dicho Johan Olsson, un alto mando policial. El Gobierno estudia imponer límites de edad para acceder a las redes sociales.

Discurso xenófobo

Según las autoridades, muchos de los pandilleros son suecos hijos de inmigrantes, lo que ha alimentado el discurso xenófobo de Demócratas de Suecia (SD), el partido de extrema derecha y segunda fuerza política del país. Los ultras obtuvieron el 20,5% de los votos en las elecciones de 2022 y dan apoyo externo al Ejecutivo del primer ministro Ulf Kristresson, una coalición de conservadores, demócratas-cristianos y liberales. Kristresson ha dado más poder a la policía y ha endurecido las reglas de inmigración, asumiendo así parte de la agenda de SD. El año pasado, Suecia redujo de forma drástica los permisos de residencia a solicitantes de asilo.

El 20% de los 10,4 millones de habitantes del país nórdico no han nacido en Suecia. Un porcentaje elevado que responder a la política de “puertas abiertas” aplicada a lo largo de las últimas décadas. Una gestión que el dirigente conservador ha calificado de “irresponsable” y que, en su opinión, junto a las “fallidas” políticas de integración, han conducido al país a la situación de violencia actual.

El fracaso del modelo de integración sueco es un hecho. Y no son pocos los expertos que atribuyen parte de la responsabilidad a las políticas neoliberales aplicadas por los últimos gobiernos que han ido poco a poco privatizando el Estado del bienestar. El Estado ha dejado de estar presente en las zonas más desfavorecidas, ahí donde surgen los pandilleros. Barrios convertidos en auténticos guetos, donde reina el desempleo –que afecta a más de 24% de los jóvenes de la periferia–, el fracaso escolar, las adicciones a las drogas y la frustración por sentirse marginados y carecer de las mismas oportunidades de aquellos con nombres y apellidos suecos. La segregación en estos barrios no ha hecho más que dificultar la cohesión social y cultural.

Desigualdad

La bajada de impuestos a las grandes fortunas, la cesión a empresas privadas de la gestión de sectores como la educación y la sanidad y la aplicación de drásticos recortes en materia de prestaciones sociales han convertido a Suecia en uno de los países más desiguales de Europa. El 10% de la población más adinerada acumula el 58% de la riqueza total del país, mientras que el 50% más pobre tan solo el 6%, según el informe de 2022 del World Inequelity Database.

“En los últimos 25 años, los multimillonarios suecos han hecho su agosto, mientras ha crecido la población más vulnerable, que ya afecta al 15% de los suecos”, ha dicho a Euronews el periodista sueco Andreas Cervenka, autor del libro Suecia codiciosa, quien apunta también como responsable a los socialistas. “Suecia es el único país del mundo en el que alguien puede hacerse multimillonario dirigiendo escuelas que son financiadas por los contribuyentes”.

La violencia en Suecia traspasa fronteras y afecta también a los países vecinos. Grupos del crimen organizado daneses contratan a los niños sicarios suecos para “hacer el trabajo sucio”, dice la policía danesa. “Una violencia totalmente enfermiza y depravada”, en palabras del ministro danés de Justicia, Peter Hummelgaard, que ha calificado a los menores de “niños soldado”. El año pasado se detectaron 25 casos de chavales suecos contratados para cometer asesinatos.

El aumento de la criminalidad está afectando al sistema penitenciario de Suecia. El Gobierno estudia enviar a otros países a criminales para que cumplan ahí sus condenas. Las autoridades estiman que para 2033 necesitaran hasta 16.000 plazas más de las 11.000 disponibles actualmente.

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *