El Mundo
Los líderes mundiales se olvidan de la infancia en Davos
Cada enero, los líderes políticos y económicos se reúnen en el Foro Económico Mundial de Davos para diseñar las agendas globales del futuro. Sin embargo, aunque la infancia representa el 27% de la población mundial, rara vez está en el centro de estas conversaciones. Esto es especialmente preocupante en un momento en que los riesgos globales sobre los que se discute…


Cada enero, los líderes políticos y económicos se reúnen en el Foro Económico Mundial de Davos para diseñar las agendas globales del futuro. Sin embargo, aunque la infancia representa el 27% de la población mundial, rara vez está en el centro de estas conversaciones. Esto es especialmente preocupante en un momento en que los riesgos globales sobre los que se discute en Suiza, desde los conflictos armados hasta el cambio climático, ponen en peligro el bienestar y el futuro de millones de niños y niñas en el mundo.
El panorama es alarmante: más de 468 millones de niños y niñas viven en zonas de conflicto, y 37 millones ven interrumpida su educación anualmente debido al impacto de los desastres climáticos. Además, la infancia desplazada a menudo carece de acceso a servicios básicos como salud y educación. Estas cifras, recogidas por Save the Children, son un recordatorio de cómo los grandes problemas globales afectan de manera desproporcionada a los más vulnerables.
Este año, en Davos, se han abordado cuestiones como el impacto de la inteligencia artificial, las tensiones geopolíticas y los riesgos medioambientales. Sin embargo, la infancia no figuró como una prioridad. Esto no solo es un error de agenda, sino también un enorme fallo estratégico: garantizar el desarrollo de los niños y niñas es esencial para construir sociedades más resilientes y sostenibles.
La Cumbre de Davos es la mayor cita anual político-empresarial del planeta y por ella han pasado estos últimos días más de 1.600 directivos de grandes multinacionales en una agenda que ha contado con más de 3.000 líderes de hasta 130 países. El sector privado puede desempeñar un papel clave en este cambio. A través de la mejora de sus cadenas de suministro, con inversiones responsables, tecnología e innovación, las empresas tienen el poder de transformar las condiciones de vida de millones de niños y niñas.
La magnitud de los retos actuales requiere enfoques colaborativos y alianzas transversales que incluyan a la infancia en el debate global. No podemos seguir ignorando a quienes más necesitan nuestra atención. Si el futuro se dibuja en Davos, la infancia no puede quedarse fuera del lienzo.