La policía rusa lanza brutales redadas contra clubs gay en Moscú

Noche complicada para el colectivo LGBT en la capital rusa. Durante la madrugada de este sábado la policía rusa, en colaboración con el Servicio Federal de Seguridad (FSB en ruso, servicios secretos) llevaron a cabo redadas en diferentes clubes y bares de la noche moscovita. Las fuerzas de seguridad sospechaban que en estos locales se “promovía la ideología LGTB”, algo penado por la legislación rusa. Desde noviembre de 2022, Rusia prohíbe promover las relaciones homosexuales y desde 2023 se extendió al “movimiento LGTB internacional” y se le incluyó en la lista de organizaciones extremistas, donde se hallan grupos terroristas como Estado Islámico, grupos neonazis y sectas religiosas.

Además de buscar si existía “propaganda LGTB” en dichos lugares, los agentes también buscaron si en el lugar se hacía apología de “relaciones sexuales no tradicionales” y comprobar las condiciones laborales de los trabajadores, según ha detallado el servicio de prensa del Ministerio del Interior de Moscú a la agencia de noticias TASS. El dispositivo de seguridad entró en hasta tres locales de diferentes puntos de la capital donde se incautaron teléfonos móviles, ordenadores portátiles, cámaras de vídeo y “otros elementos importante para tomar una decisión procesal”.

Imágenes difundidas en las redes sociales muestran como en el club Arma, los asistentes a la fiesta so obligados a tumbarse en el suelo mientras la policía antidisturbios les grita órdenes. En otro se puede ver como de la discoteca Mono salen personas con las manos en alto mientras los agentes de seguridad les dirigen a un vehículo policial aparcado en el exterior. El Ministerio del Interior ruso declaró también que hubo una tercera redada en la discoteca Inferno Night -las autoridades rusas no confirmaron el nombre pero sí los medios rusos- que estaría “haciendo propaganda de la ideología del movimiento LGBT internacional”. Recientemente, la policía también arrestó al director de la agencia de viajes ‘Men Travel’ acusado de querer organizar viajes de fin de año para “partidarios de las relaciones sexuales no tradicionales” para fin de año en Egipto.

La Duma Estatal, la Cámara baja del Parlamento ruso, aprobó a mediados de noviembre de 2022 una reforma que endurece y amplía los castigos contra quienes difundan contenidos LGTB, con medidas que ya no se extienden únicamente al ámbito de los menores de edad como sucedía hasta entonces. El oficialismo ruso justificó la reforma en la necesidad de combatir lacras como la pedofilia, pero organizaciones internacionales de Derechos Humanos alertaron del retroceso democrático que suponía esta medida. Rusia es uno de los países europeos más homófobos y menos tolerantes con la comunidad LGBT, especialmente en las regiones del Cáucaso, donde incluso se producen agresiones físicas.

En virtud de esta medida, está prohibida la difusión de contenido sobre orientaciones sexuales consideradas como no tradicionales, con un apartado específico para evitar que se pueda hacer “propaganda” de terapias de reasignación de género. Las multas pueden llegar a los 400.000 rublos (unos 6.500 euros) en el caso de los ciudadanos de a pie, o incluso el doble para los funcionarios. Recientemente, Rusia prohibió la adopción de sus infantes por parte de ciudadanos de países donde se permita la transición de género. Además de combatir sus problemas demográficos, el Kremlin busca posicionarse como el faro del conservadurismo global luchando contra la “ideología de género” y el movimiento LGBT, intentando a su vez alinearse con gobiernos y ciudadanos occidentales que compartan dichos valores.