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La falta de ritmo y un gran Botic condenan a Nadal a encomendarse a Alcaraz
Con una ovación ensordecedora de un Palacio de los Deportes José María Martín Carpena llenó hasta la bandera, que arrancaron incluso las lágrimas a Rafa Nadal, empezó el que bien podría haber sido la última gran batalla del mejor tenista español de todos los tiempos.Seguir leyendo….
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Con una ovación ensordecedora de un Palacio de los Deportes José María Martín Carpena llenó hasta la bandera, que arrancaron incluso las lágrimas a Rafa Nadal, empezó el que bien podría haber sido la última gran batalla del mejor tenista español de todos los tiempos.
No vino a Málaga a eso, vino a ganar y sobre todo, a ayudar al equipo español a sumar la séptima Ensaladera de su historia. Así de claro lo dijo y así de claro lo dejó nada más arrancar el encuentro.
Arrancó agresivo el holandés al resto, dispuesto a convertir la emoción que se respiraba en el ambiente en una losa para el español, que solventó bien las primeras embestidas cuando Botic buscaba una y otra vez las subidas a la red. Al resto, menos historia en los primeros compases, excepto por el regalo en forma de triple doble falta consecutiva que bien pudo haber costado un susto mayo para la parroquia holandesa en el segundo juego.
Se iba encontrando cada vez mejor Nadal sobre la pista e incluso ya en el quinto juego se atrevió a soltar el puño levantando los primeros ‘olé’ en la grada. Se empezaba a divertir el de Manacor sobre la pista, pero la fortaleza de Botic con el servicio no daba opción alguna a romper el marcador a su favor. El holandés crecía a medida que avanzaba el partido y era plenamente consciente que no debía dejar entrar en ritmo de partido al español.
Así lo hizo hasta que en el noveno juego, tras una doble falta de Rafa y varios golpes de revés que encontraron las líneas, consiguió romper el marcador y el partido. Cerró sin más dificultad el set a los 46 minutos de juego y obligaba a Nadal a labrar una nueva gesta.
Un bache demoledor
Pasaba por los peores momentos del partido el tenista español, que sin poder encontrar la continuidad en sus golpes vio como una nueva rotura en el inicio del segundo set dejaba ya contra las cuerdas el primer punto.