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El presidente del Líbano desvela su plan para desarmar a Hizbulá: «No desencadenaremos una guerra civil»
El presidente del Líbano, Joseph Aoun, lo tiene claro. 2025 va a ser el año en que todas las armas pasen a estar bajo la autoridad del Estado. Así lo ha expresado en una entrevista con el medio qatarí Al Araby al Jadeed. «Se ha tomado la decisión de poner todas las armas bajo la jurisdicción del Estado: la ejecución se…

El presidente del Líbano, Joseph Aoun, lo tiene claro. 2025 va a ser el año en que todas las armas pasen a estar bajo la autoridad del Estado. Así lo ha expresado en una entrevista con el medio qatarí Al Araby al Jadeed. «Se ha tomado la decisión de poner todas las armas bajo la jurisdicción del Estado: la ejecución se realizará mediante el diálogo, que creo que debe ser bilateral entre la presidencia y Hizbulá«, ha confirmado el mandatario libanés, exjefe de las Fuerzas Armadas del país. «Lo que necesitamos es diálogo interno, no soluciones impuestas desde afuera», ha afirmado, en un claro mensaje a Washington.
«A quienes me critican porque quiero desmantelar a Hizbulá mediante el diálogo: ¿qué harían en mi lugar?«, ha preguntado, para después añadir que está «trabajando para que 2025 sea el año de la monopolización de las armas por parte del Estado». Además, Aoun ha rechazado la presión de Estados Unidos y ha mandado un mensaje a la Administración del presidente Donald Trump, después de su última reunión con la enviada Morgan Ortagus. «Les dije a los estadounidenses que queremos retirar las armas de Hizbulá, pero no desencadenaremos una guerra civil en el Líbano», ha declarado Aoun.
También ha denunciado que la presencia del Ejército israelí en cinco colinas estratégicas en la frontera entre los dos países desde el alto el fuego de noviembre supone un obstáculo para su plan. «Le dije a Ortagus que la presencia israelí en los cinco puntos en disputa le da a Hizbulá un pretexto para mantener sus armas», ha afirmado el presidente. A su vez, Aoun ha rechazado la posibilidad de una normalización con Israel en un futuro próximo. «Los estadounidenses saben que no puede haber negociaciones con Israel en esta etapa», ha aclarado.
Rechazo del modelo iraquí
El mandatario, en el cargo desde principios de enero tras dos años y medio de bloqueo político, ha dado algunos detalles sobre su plan. Por una parte, ha desdeñado la posibilidad de repetir el modelo iraquí de las Fuerzas de Movilización Popular, una coalición de grupos paramilitares mayoritariamente proiraníes integrados en el Estado iraquí. «No replicaremos esta experiencia integrando a Hizbulá en el Ejército ni convirtiéndolo en una unidad independiente dentro de este», ha aclarado, diciendo que no se trata de crear una fuerza paralela, sino de integración, responsabilidad y servicio nacional.
«Pero sus combatientes podrán unirse al Ejército y recibir entrenamiento de integración, como se hizo al final de la guerra [civil] del Líbano con varios otros bandos», ha dicho, en referencia a las milicias que entregaron las armas y se unieron a las filas del Ejército. Además, Aoun ha elogiado la conducta de Hizbulá de los últimos meses. «Han demostrado gran moderación y consciencia; no pretenden arrastrar al país a una nueva guerra«, ha afirmado, aplaudiendo la cooperación del grupo con el Ejército en el sur del Líbano y el valle de la Becá, incluyendo el cierre de túneles y la confiscación de depósitos de municiones.