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El Liverpool amplía distancias en la Premier a costa del deprimido City de Guardiola
Un Manchester City-Liverpool era, hasta hace nada, el no va más en el fútbol europeo. Ya no. El Liverpool vive en una galaxia distinta al equipo de Pep Guardiola, en proceso de descomposición, superviviencia y reconstrucción, todo a la vez y en directo. En el Etihad, el conjunto ‘red’ superó sin necesidad de ningún sobreesfuerzo al que juega de azul (0-2)….
Un Manchester City-Liverpool era, hasta hace nada, el no va más en el fútbol europeo. Ya no. El Liverpool vive en una galaxia distinta al equipo de Pep Guardiola, en proceso de descomposición, superviviencia y reconstrucción, todo a la vez y en directo. En el Etihad, el conjunto ‘red’ superó sin necesidad de ningún sobreesfuerzo al que juega de azul (0-2). Dos remates y dos goles en la primera parte y asunto resuelto. Con la derrota del Arsenal en casa el sábado (0-1), la ventaja en el liderato del cuadro de Arne Slot se amplía a 11 puntos. Difícilmente se le escapará esta Premier.

Pep Guardiola saluda a Arne Slot tras el partido en el Etihad. / Phil Noble / REUTERS
El City compite por entrar en la Champions y mucho va a tener que rascarse la cabeza Guardiola para lograrlo. Dando por descontadas las plazas de Liverpool y Arsenal, quedan dos en juego. El Nottingham Forest, con 47 puntos, va un poquito por delante. Y luego, en un margen de uno y dos puntos, de los 44 a los 42, están el City, el Newcastle, el Bournemouth, el Chelsea y el Aston Villa. Más que palabras va a haber.
Frágil equipo
El City volvió a mostrarse como un equipo a medio cocer. Voluntarioso pero frágil. Ofreció mejores prestaciones que ante el Real Madrid, pero sin impresionar. Actuó con el manual de Guardiola, de apropiarse del balón y abrir las bandas. La posesión llegó en algún momento al 70%. Pero no fue muy útil. Poca dinamita. Faltó de nuevo Erling Haaland, lesionado, y Kevin de Bruyne reapareció en el equipo titular para constatar que sus días de gloria han quedado atrás. Firme candidato a salir en verano.

Mo Salah, tras anotar el primer gol del Liverpool. / DPA vía Europa Press / DPA vía Europa Press
Lo peor volvió a ser la estructura defensiva y en el primer gol quedó todo sintetizado. Saque de esquina botado raso al área, pase al primer toque atrás y Mo Salah, desde el punto de penalti, adentro. Pilló a todos los jugadores del City durmiendo. En el segundo el egipcio estuvo más despierto que nadie y sirvió al húngaro Szoboszlai una asistencia para un remate cómodo en el punto de penalti. Por lo demás, el Liverpool rompió líneas casi silbando cuando quiso. Y Haaland, en la grada, se tapaba la cara. No era bonito de ver tan palmaria inferioridad.
Gol anulado a Marmoush
Lo más cerca del gol que estuvo el City sucedió en la primera parte. Marmoush, el otro egipcio del encuentro, remató con contundencia, pero el VAR decretó que había fuera de juego. En el llamado duelo de faraones, que debió tener a Egipto pendiente, Salah salió claramente victorioso. Mucho le queda por remar al nuevo jugador del City para ponerse a media altura del delantero del Liverpool.

Luis Díaz, perseguido por Nico González. / ADAM VAUGHAN / EFE
Su temporada está siendo espléndida. Lleva ya 30 goles, 25 en la Premier, y 16 asistencias. Con 32 años acaba en verano su contrato y, pese a su irritación pública, el Liverpool aún no ha se ha decidido a renovarle. Cuesta entender a qué están esperando. También concluyen su vinculación con Anfield Alexander-Arnold y Van Dijk. O sea, la columna vertebral del equipo posiblemente más poderoso de Europa, salvo que la Champions diga lo contrario.
¿La mejor temporada?
“No lo sé. Es una opinión”, dijo Salah cuando le preguntaron si está en la mejor forma de su carrera. “Quizá unos prefieran mis primeras temporadas, pero yo prefiero la actual porque ganar la liga, ayudando a los jugadores jóvenes, es especial. Y necesitamos otro título. Yo y los jugadores importantes del equipo necesitamos otro título”.
De la consideración de aspirante a todo ha caído de forma precipitada el City, protagonista de un colapso sin igual en la historia del fútbol. La reconstrucción, es evidente, no va a ser de un día para otro. Mucha cuesta arriba parece aguardar en este camino a Guardiola.