El Espanyol se marcha de Sevilla con un valioso empate

El Espanyol consiguió romper, a medias, la mala racha de sus partidos fuera sumando un punto en casa del Sevilla (1-1). Con este último, son solo dos los puntos que ha conseguido el equipo perico de los 30 posibles en los partidos que ha disputado como visitante. Así, con 20 puntos, el equipo de Cornellà sigue sin poder dormir fuera de la zona de descenso.

Para ambos equipos, empezó el encuentro como un duelo de necesidad. A pesar de que tanto Sevilla como Espanyol venían de ganar sus anteriores partidos frente al Girona y el Villareal, ambos necesitaban esta victoria para conseguir llegar a puestos europeos los locales y para alejarse de la zona de descenso en el caso de los de Cornellà. Una necesidad que se hizo patente desde los primeros minutos con la intensidad de juego.

La pronta interrupción del encuentro durante más de tres minutos a causa de la lesión del asistente, que tuvo que ser sustituido por el cuarto árbitro, no rompió el clima de concentración que se respiraba en el Sánchez Pizjuán y que regaló pronto las primeras ocasiones de Vargas y Lukébakio.

A pesar de la fuerte presión sevillista sobre los blanquiazules, el único gol, a balón parado, fue de los jugadores de Manolo González. Una falta de Saúl sobre Jofre permitió a los pericos reconciliarse con la jugada ensayada y Maras Kumbulla (m. 14) aprovechó un balón muerto dentro del área tras el cabezazo de Leandro Cabrera.

Joan García, clave

La prisa por darle la vuelta al marcador intensificó el juego de los jugadores de García Pimienta durante el resto de la primera parte, que fue muy superior con casi el 80% de la posesión para el equipo local y las ocasiones de Juanlu, Badé y Lukébakio. En menos de dos minutos, los sevillistas tuvieron dos opciones muy claras.Un remate de córner de Badé y un izquierdazo de Lukébakio que frustró un Joan García mayúsculo, que a pesar de que no se pudieron materializar, pusieron en alerta al Espanyol.

Ya en la segunda mitad, el Sevilla entró al terreno de juego como terminó el primer tiempo: imponiendo su ritmo y encerrando al Espanyol en su área. Los jugadores de Manolo González necesitaban frenar el ritmo del encuentro, pues era cuestión de tiempo que alguna de las múltiples jugadas peligrosas se terminara convirtiendo en el empate.

Badé, hambriento de gol

Antes de conseguirlo hubo dos ocasiones. La primera evitada por una espectacular parada de Joan García que desvió por encima del travesaño un potente chut de Lukébakio (m. 52), y la segunda, que fue un gol de Badé anulado tras comportarle una amarilla a Pol Lozano por el empujón al portero blanquiazul, que se desestabilizó y tras chocar con Cabrera quedó tendido en el césped dejando la portería desierta para que marcara Badé (m. 57). Insatisfecho el defensor francés por el gol anulado, minutos después se resarció con un derechazo desde los 27 metros que se estrelló al fondo de la red (m. 61).

“Puntuar fuera nos va bien. Lo merecimos más otras veces y no lo tuvimos. El equipo ha trabajado y se ha mantenido hasta el final”, afirmó Manolo González tras el encuentro. “El Sevilla es un rival bueno, bien trabajado. Tiene un público que aprieta y empuja. Sabíamos que sería así y más viniendo fuera de casa con la dinámica que llevábamos nosotros cuesta. Somos un equipo más o menos joven. Necesitamos crecer y coger esa experiencia que nos quite el miedo a fallar”, añadió el técnico, que elogió la actuación de Joan García y de los jugadores recién incorporados.