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El candidato de la CDU fracasa y no logra aprobar su ley migratoria pese al apoyo de los ultras

El líder del bloque conservado alemán, Friedrich Merz, fracasó en su obstinado intento por implantar una ley migratoria de línea dura, en plena carrera hacia la Cancillería alemana y aceptando que con ello rompía el cordón sanitario sobre la ultraderecha. Ni el apoyo cerrado de la extremista Alternativa para Alemania (AfD) le dio la mayoría parlamentaria que precisaba para un proyecto…

Santo Domingo - Publicado hace

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El líder del bloque conservado alemán, Friedrich Merz, fracasó en su obstinado intento por implantar una ley migratoria de línea dura, en plena carrera hacia la Cancillería alemana y aceptando que con ello rompía el cordón sanitario sobre la ultraderecha. Ni el apoyo cerrado de la extremista Alternativa para Alemania (AfD) le dio la mayoría parlamentaria que precisaba para un proyecto de ley planteado desde su puesto de líder de la oposición.

Fue una jornada parlamentaria caótica y tensa, donde las miradas estaban no tanto en el voto de la AfD, que Merz tenía asegurado, sino en cuántas disidencias se le escaparían del bloque conservador o entre las filas liberales. Su proyecto de ley obtuvo 338 votos a favor, frente a 350 en contra y 5 abstenciones. Entre el bloque conservador, la AfD, los liberales y la izquierda prorrusa de Sahra Wagenknecht, los partidos que respaldaban públicamente a Merz, suman 372 escaños. Hay además oros nueve ‘independientes’ originarios de la AfD.

La votación se produjo dos días después de que sí prosperara una moción similar, no vinculante, y de que se dispararan las críticas sobre Merz, incluidas las de la excanciller Angela Merkel, alertando contra el peligro de dejarse apoyar por los ultras. La aprobación de esa moción había sido acogida entre vítores y signos de victoria de la AfD, que daba por roto el cortafuegos existente sobre su partido.

¿Traspiés en campaña?

La andanada de Merz se produjo a tres semanas de unas elecciones generales que, según los sondeos, ganará su bloque conservador, con la ultraderecha en segunda posición y los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz en la tercera. Ha sido una jugada arriesgada, que ha terminado en derrota y que ha impactado en una campaña electoral que hasta ahora discurría tranquilamente para Merz.

Los sondeos le colocan en el primer puesto con un 30 % de los votos, diez por encima de la AfD y el doble que a los socialdemócratas. Se le veía encarrilado a ser el próximo canciller con los socialdemócratas o incluso con los verdes como socios menores. Ahora la negociación de la futura constelación de gobierno se perfila más compleja.

Merz ha caído en el descrédito, tras jurar casi a diario que nunca colaborará con la AfD. No puede descartarse, recuerdan sus rivales políticos, que no acabe aceptando los votos de la ultraderecha para convertirse en canciller.

Su proyecto contemplaba la abolición de la reagrupación familiar para peticionarios de asilo rechazados, pero que reciben protección subsidiaria. Habría ampliado las competencias a la policía en la retención de los inmigrantes irregulares. No incluía, sin embargo, los puntos más duros de la moción del miércoles, como son las expulsiones en caliente y los controles permanentes en las fronteras.

Nerviosismo en un Parlamento a punto de finiquitarse

La sesión del Bundestag, última de la presente legislatura, fue de las más tensas que se recuerdan. Quedó interrumpida durante cinco horas justo cuando iba a abrirse el debate por la propuesta de los liberales de devolver el proyecto a la comisión de Interior y buscar consenso con socialdemócratas y verdes. Se sucedieron a partir de ahí las idas y venidas de los jefes de los diferentes grupos parlamentarios en busca de acuerdos.

Se barajó un posible retraso de la votación para dejarla aparcada hasta la siguiente legislatura a propuesta de los liberales, ex socios de Scholz, ansiosos de redimirse como ‚salvadores de la situación‘.

No fue así. Merz insistió en la votación y aludió, como imperativo, a los sucesivos ataques mortales cometidos por refugiados a los que no se expulsó por obstáculos administrativos. “Está a tiempo de evitar que se abra la puerta del infierno”, le argumentó el jefe del grupo parlamentario socialdemócrata, Rolf Mützenich, en alusión al erosionado cortafuegos.

“Europa nos contempla. El miércoles ya dimos el espectáculo, con la ultraderecha haciéndose selfies y festejándose”, apuntó la ministra de Asuntos Exteriores, la verde Annalena Baerbock.

Se le recordaron a Merz las críticas recibidas de la excanciller Merkel y los apremios de las iglesias católica y protestante, además del sinsentido de tratar de llevar adelante un proyecto que puede quedar bloqueada en la cámara alta, Bundesrat. Hay varios barones conservadores regionales que han anunciado su rechazo. Que la opinión de Merkel no iba a impactar en Merz era previsible. Es pública su recíproca e histórica hostilidad. Merz responsabiliza del auge la AfD a Merkel y a la política de acogida de refugiados que practicó siendo canciller.

La derrota de Merz se produce en medio de las protestas masivas registradas desde el miércoles en todo el país, con decenas de miles de manifestantes ante las oficinas de la CDU, su partido. Para el próximo fin de semana haz convocadas nuevas marchas. Un mal panorama para Merz, que el lunes presentará ante el congreso de su partido una plan para sus primeros 100 días como canciller.

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