El campeón Viñales y el ‘jefe’ Ezpeleta subastan sus motos más queridas por y para Valencia
Es evidente que no puede ser, que no será, un gran premio como los demás. Puede, incluso, que, pese a la enorme trascendencia que tiene el título en juego, el mayor de los premios a una temporada de 20 grandes premios, el fin de semana SOLIDARIO, que arranca hoy en el precioso trazado de Montmeló, en el Circuit de Barcelona-Catalunya, pasará…
Es evidente que no puede ser, que no será, un gran premio como los demás. Puede, incluso, que, pese a la enorme trascendencia que tiene el título en juego, el mayor de los premios a una temporada de 20 grandes premios, el fin de semana SOLIDARIO, que arranca hoy en el precioso trazado de Montmeló, en el Circuit de Barcelona-Catalunya, pasará a la historia como un gesto maravilloso de todo el motociclismo mundial, de las administraciones de Valencia y Catalunya, del consorcio que dirige el Circuit, de la organización del campeonato, de los equipos, pilotos y patrocinadores del Mundial de motociclismo.
Es la cita nº 35 del Circuit con el Mundial, pero es la cita más sentimental, más esforzada, una demostración de fuerza, de músculo, de predisposición, de esfuerzo sin precedentes (nadie ha montado un GP en 10 días) por parte de políticos, dirigentes, ejecutivos, profesionales, pilotos, comisarios, voluntarios y auxiliares de todo tipo que, en algo más de una semana, han vestido el trazado de Montmeló con sus mejores galas para recibir al Mundial y a 50.000 aficionados, para homenajear a todo Valencia y tratar de poner su granito de arena en la recuperación del país vecino.
Cuando Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna Sports, organizadora del Mundial de motociclismo, contacto con el president Salvador Illa, tras informar y consultar a la Generalitat valenciana que intentaría celebrar el último GP del año en Barcelona, ambos, Ezpeleta e Illa sabían que muy pocos circuitos y organizaciones en el mundo podían realizar semejante esfuerzo.