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El Barça tiene ganado el clásico dos veces y lo pierde tres

Facundo Campazzo le dio la vida al Madrid y le dio la victoria. Le dio la vida para que accediera a la primera prórroga con un triple y le reanimó con dos puntos, en la agonía, para acceder a la segunda. Reanimado el equipo, y crecido él, el Madrid se anotó el primer triunfo como visitante en la Euroliga en el…

Santo Domingo - Publicado hace

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Facundo Campazzo le dio la vida al Madrid y le dio la victoria. Le dio la vida para que accediera a la primera prórroga con un triple y le reanimó con dos puntos, en la agonía, para acceder a la segunda. Reanimado el equipo, y crecido él, el Madrid se anotó el primer triunfo como visitante en la Euroliga en el lugar más preciado. En el Palau Blaugrana, con un triunfo (90-97) que invita a desmentir que el Barça tuvo ganado el partido dos veces. Lo perdió tres veces.

Campazzo (18 puntos y 5 rebotes) estuvo en su salsa. Desquició a Satoransky, cargó de faltas a Núñez y sin opositor, se dedicó a jugar con Walter Tavares, otro que firmó una gigantesca (24 puntos y 18 rebotes), sin que el Barça supiera hallar la fórmula para frenar a la pareja. Lo intentó en ataque, pero se obcecó con la misma fórmula: que tirara Kevin Punter.

Y tiró Punter, y tiró, después de juntarse con Jan Vesely, que estaba solo remando para batir al Madrid. Entre los dos sumaron 47 puntos, casi la mitad del Barça, pero no hubo una alternativa distinta, lo que facilitó el trabajo al Madrid, que encontró en el santuario azulgrana el elixir.

Neto entra pronto

El segundo clásico de la temporada les enfrentaba lejos de las zonas de cabeza de la Euroliga, en la anodina zona media, cada uno con sus cuitas particulares, pero relacionadas ambas con la renovación de sus plantillas. Anda mejor el Barça que el Madrid por la superior aportación de los nuevos. Entre ellos no se podía incluir a Raul Neto, recién llegado, inadaptado, pero sin complejos: ha elegido el dorsal 23. Entró pronto, antes de lo esperado, por las personales de Núñez, más estable y regular que Satoransky, y saludó a la hinchada con un triple y una penetración.

Vesely trata de interceptar un pase de Campazzo.

Vesely trata de interceptar un pase de Campazzo. / Enric Fontcuberta / Efe

Raul Neto se presentó sin complejos. Con el dorsal 23, saludó a la hinchada con un triple y una penetración.

El Madrid cerró cinco puntos arriba el primer periodo por una personal más técnica a Fall en un forcejeo con Ibaka, pero la brecha se reparó de inmediato en la reanudación con los puntos de Parra, el primer triple de Brizuela y Núñez.

El duelo grande en la pintura era el que protagonizaban Vesely y Tavares, que sufrieron menos el rigor arbitral. El vuelco del marcador se mantuvo hasta el descanso (38-34), gracias, sobre todo, al checo, que con Tavares y sin Tavares iba enchufando canastas (6 de 8) y pillando rebotes (7). La superioridad azulgrana (17 ofensivos, en los dominios de Tavares, 9 cedidos en el territorio propio) fue insuficiente.

Campazzo y Satoransky, en plena pugna.

Campazzo y Satoransky, en plena pugna. / Enric Fontcuberta / Efe

El tercer cuarto de Hezonja

Al Barça, hasta entonces, le faltaba la producción de Punter. Era la obsesión del Madrid frenar al artillero americano. Se apuntó los cuatro primeros puntos azulgranas, frente al marcaje de Abalde, antes de comenzar una serie de errores con otros defensores. Parecía ansioso por brillar en su primer clásico español, sabiendo que su equipo se enfrentaba a su mayor enemigo, tal vez apresurado al ver que Rathan-Mayes anotaba dos triples seguidos. No fue el único con una noche extraviada.

En el lado contrario estaba Mario Hezonja, que los ha vivido con ambos colores, definitivamente enemigo tras el jugueteo del pasado verano con su amago de volver. Le miró mal la hinchada del Barça, y él solo miró el aro. Cuajó un tercer cuarto sensacional con 15 puntos (terminó con 23), todos los del Madrid para remontar el tanteador, hasta que Campazzo le quitó el balón de las manos, luego Musa, para recordar que jugaban cinco de blanco.

Puntuar, puntuaron pocos. Campazzo se había aliado ya con Tavares, que se dedicó a jugar, y los dos cocinaron la victoria que acabaron disfrutando como si fuera un banquete. Al final, les sobró tiempo.

FC Barcelona, 90 – Real Madrid, 97

Barcelona: Satoransky (0), Abrines (3), Punter (27), Parker (11), Vesely (20) –cinco inicial-; Anderson (4), Núñez (7), Brizuela (3), Parra (2), Fall (2), Neto (5), Hernangómez (0).

8 de 34 triples (Punter, 2), 46 rebotes, 17 ofensivos (Anderson, Vesely, Parker, 2), 17 asistencias (Brizuela, 4).

Madrid: Campazzo (18), Abalde (3), Rathan-Mayes (6), Hezonja (23), Tavares (24) –cinco inicial-; Musa (9), Ibaka (2), Deck (3), Feliz (3), Llull (6).

11 de 32 triples (Campazzo, 3), 46 rebotes, 9 ofensivos (Tavares, 4), 22 asistencias (Campazzo, 10)

Parciales: 17-22; 21-12; 14-20; 22-20; 10-10; 6-13.

Árbitros: Sasa Pukl, Piotr Pastusiak, Saulius Racys.

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