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El Barça sufre otro descalabro ante la Penya en la semana de la vergüenza: “Estamos jodidos, el vestuario está muy tocado”
La semana de la vergüenza en el básquet azulgrana concluyó con un nuevo descalabro del Barça, un fiasco de los que duelen, tanto por el rival, un admirable Joventut, como por el agitado contexto que vive la sección (90-91). La séptima derrota en los 11 últimos partidos de la ACB deja al conjunto de Joan Peñarroya en una posición complicada para…
La semana de la vergüenza en el básquet azulgrana concluyó con un nuevo descalabro del Barça, un fiasco de los que duelen, tanto por el rival, un admirable Joventut, como por el agitado contexto que vive la sección (90-91). La séptima derrota en los 11 últimos partidos de la ACB deja al conjunto de Joan Peñarroya en una posición complicada para disputar la Copa en febrero. A tres partidos del corte, está fuera del top-8. El Girona, este martes en Fontajau, Gran Canaria y Bilbao serán los próximos adversarios. Si el Barça doblega a los tres evitaría un ridículo mayúsculo.
Era el primer choque en casa del Barça después del frustrado fichaje de Thomas Heurtel en un sainete surrealista que ha dejado la imagen del club por los suelos, con Joan Laporta al frente y los responsables de la sección en la diana: el directivo Josep Cubells y el director deportivo Juan Carlos Navarro. Ambos presenciaron este domingo la debacle del Palau.
Metu, al rescate
Cuarenta horas después de triunfar en París en la Euroliga, el equipo azulgrana se jugaba mucho ante la Penya. No lo pareció en un inicio lamentable de los locales, cortado de raíz por Peñarroya con 2-10 en el luminoso (m. 4). De poco sirvió el tiempo muerto, ya que el primer acto concluyó con 10 puntos de ventaja de los visitantes y festival del exazulgrana Pustovyi (11-21).
Joan Peñarroya, el entrenador del Barça, se lamenta de una acción en el duelo con el Joventut en el Palau Blaugrana. / Efe / Andreu Dalmau
Era complicado hacerlo peor y el Barça despertó en el segundo cuarto con un parcial de 6-0 que obligó a Dani Miret a frenar las operaciones. El talento de Chimezie Metu (14 puntos en la primera mitad) equilibró el duelo, pero el Joventut no se amilanó y golpeó al Barça con dos triples consecutivos de Robertson y Kraag al filo del descanso. Una técnica a Peñarroya agravó el drama culé y el pulso llegó al intermedio con felicidad verdinegra (36-40).
La historia se repitió en la reanudación. El Barça empezó dormido y el rival le endosó un 5-0 para abrir un tercer cuarto que resultó casi un calco del primero. El quinto triple de Gates llevó a Peñarroya a detener el crono (43-53, m. 27) con un equipo sin ideas que dejaba casi todas sus opciones en manos de un Metu ya mejor defendido por la Penya.
Chimezie Metu, defendido por Gates, este domingo en el Palau. / AFP7
La irrupción de Punter
El derbi llegó al último acto con cinco puntos de ventaja (48-53) para los badaloneses, que siguieron dominando con Pustovyi cumpliendo a la perfección la teoría del exequipo. Cuando todo parecía perdido para el Barça emergió Kevin Punter con 11 puntos casi consecutivos que auparon a los azulgranas y llevaron el pulso a un cara o cruz final, pero el astro americano no acertó en el último lanzamiento y el duelo se fue a la prórroga (76-76).
En un intercambio loco de golpes y canastas, con especial mención para un atinado Parra, volvió a aparecer la desgracia para el Barça. Satoransky falló dos tiros libres absolutamente decisivos, Robertson acertó con los suyos y Punter erró de nuevo el forzado tiro final que habría dado la victoria a un Barça totalmente gafado. “No lo supimos matar ni al final ni en la prórroga. Estamos jodidos, no tenemos colchón de seguridad y el vestuario está muy tocado”, reconoció Peñarroya.
