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El Barça sin atributos
Si el Barça fuera un equipo con memoria anoche hubiera usado ésta para no caer en las diabluras que han hecho de su historia una épica sin atributos. Lo que pasa es que, en los últimos tiempos, los de esta temporada, casi todo conspiraba para que los nuevos grandes, sobre todo Pedri, resolvieran las carencias de la mayoría. Pedri, en este…

Si el Barça fuera un equipo con memoria anoche hubiera usado ésta para no caer en las diabluras que han hecho de su historia una épica sin atributos. Lo que pasa es que, en los últimos tiempos, los de esta temporada, casi todo conspiraba para que los nuevos grandes, sobre todo Pedri, resolvieran las carencias de la mayoría. Pedri, en este caso, entró tarde, y siempre es tarde para Pedri, pues el de Tegueste debería estar en el equipo desde el principio, aunque sea como amuleto.
No estuvo Pedri, pues, el mejor de los atributos del Barcelona tranquilo, así que el Barcelona nervioso se dejó llevar por el 4-0 y estuvo a punto de vivir, en campo contrario, otra versión del 0-4. La nervatura barcelonista se puso a tope, sin eficacia ni convencimiento, así que el más inspirador de estas temporadas calmó los nervios, pero no pudo contribuir a limpiar las legañas de un equipo que parecía un perezoso en el autobús.
Fue poco a poco una tienda de nervios que el Barça no logró domeñar ni con los mejores de su plantilla. Ver que se va Lamine, y que también lo hace Lewandowski, observar que la defensa le explica al futuro que necesita recambios, explicar a quienes hemos creído que Raphinha es infalible que de vez en cuando se enreda hasta con el aire, es más insoportable que vivir la pesadez de una derrota.
El Barça perdió por 3 a 1, en campo contrario. Un equipo que tiene como objetivo ganar el campeonato más codiciado no puede jugar tan mal, ni tan a trompicones. Es probable que haya alguna razón para explicar este desaire, pero nadie que tenga memoria de la temporada puede encontrar las razones que hay detrás de este desastre a medias. El equipo guardó el equipaje que necesita para seguir compitiendo, y es verdad que desde que Pedri entró en el lodazal allí hubo esa sensación de que las cosas se pueden arreglar, hacerse mejor, hacer más sensato el dibujo humano que es un equipo.
Pero si la próxima salida, en la Liga o en la Champions, o en la Copa, este Barça no se arremanga sus miedos y sus sueños (los sueños de dormirse, no de soñar) estaremos en una cuesta abajo en la rodada que no servirá ni para dibujar la canción del miedo o del olvido.