Deportes
El Barça de Flick allana el camino a Montjuïc: 4.374 espectadores más por partido de media
No se sabe cuándo estará abierto el Camp Nou, pero el Barça de Flick ha logrado que suba esta temporada mucha más gente a Montjuïc gracias a ese fútbol espectacular, ofensivo y atractivo que cautiva al aficionado. No hay siquiera un plazo fijado por la directiva de Joan Laporta para el retorno al nuevo estadio porque se han ha ido derrumbando…
No se sabe cuándo estará abierto el Camp Nou, pero el Barça de Flick ha logrado que suba esta temporada mucha más gente a Montjuïc gracias a ese fútbol espectacular, ofensivo y atractivo que cautiva al aficionado. No hay siquiera un plazo fijado por la directiva de Joan Laporta para el retorno al nuevo estadio porque se han ha ido derrumbando todas las previsiones que se habían autoimpuesto.
A la espera de que se abran las puertas del nuevo templo -debía ser en noviembre de 2024; luego en enero de 2025; más tarde en febrero… y ahora se desconoce cuándo será-, el Barça de Flick ha allanado el camino hacia la montaña olímpica de Montjuïc. Y resulta mucho más placentero.
Sin Grada de Animación
Está hoy mucho más cerca que hace un año, a pesar de que todavía no ha pasado el Madrid por la casa de alquiler azulgrana. En esta temporada, la asistencia ha crecido hasta recibir en estos primeros 18 encuentros a casi 80.000 personas más demostrando la conexión emocional que ha tejido el grupo del técnico alemán con la afición, a pesar de que en el camino se ha perdido incluso el factor de la Grada de Animación.

La Grada de Animación vacia en Montjuïc. / Jordi Cotrina
Hace ya más de tres meses que se rompió ese vínculo entre la junta de Laporta y ese sector que se distinguía por ser los más ruidosos de un estadio que ha perdido impacto sonoro. Pero, a cambio, ha ganado en aficionados, al punto de que la media ha subido en 4.374 espectadores más por partido.
El Barça de Flick ha traído el espectáculo a la montaña olímpica, capaz de firmar hasta nueve goleadas. O sea, el 50% de los partidos que ha jugado en ese hogar de prestado donde no hay la química del viejo Camp Nou, dominado el recinto en muchos momentos por el silencio ya que no hay una atmósfera festiva.
Pese a todo, el equipo azulgrana ha ido allanando, poco a poco, esa ingrata ascensión hacia la montaña olímpica. Antes, inhóspita; ahora, curiosamente, mucho más accesible. Se ven, por lo tanto, mucho más goles (56 en esta temporada) que en el pasado (35).
El espectáculo está asegurado con un Barcelona que ha reunido a 813.118 aficionados en estos siete primeros meses de la temporada, manteniendo una línea de estabilidad que no tenía en el curso pasado.

Lewandowski celebra el cuarto gol azulgrana ante la Real Sociedad. / Jordi Cotrina
En la temporada 23-24 se vivieron hasta ocho encuentros con una asistencia por debajo de los 40.000 espectadores, lo que delataba la desafección del público. En la actual, la 24-25, solo se ha vivido un partido por debajo de esa frontera coincidiendo con la derrota liguera ante el Leganés.
Récord ante el Bayern
El récord de asistencia del Barça de Xavi fue el clásico en el que Bellingham silenció Montjuïc reuniendo a 50.112 aficionados. Y la tendencia era decreciente a partir de ese momento (octubre 2023) porque cada vez se veían más sillas vacías en el desangelado Estadi Lluís Companys.
El récord del Barça de Flick lo supera -fueron 50.312- coincidiendo con la goleada europea sobre el Bayern Múnich (4-1). Había, por lo tanto, 200 espectadores más que en el gran choque de la Liga 23-24.

Araujo festeja su gol, el 3-0 del Barça a la Real Sociedad en Montjuïc. / Jordi Cotrina
Y la trayectoria no ha ido hacia abajo sino que se ha mantenido estable porque el equipo ha logrado superar el desastroso noviembre y diciembre liguero en el que llegó a encadenar hasta tres derrotas consecutivas en casa: Las Palmas (1-2), Leganés (0-1) y Atlético (1-2). Con el inicio de 2025, y la resurrección deportiva del proyecto Flick, el público ha acudido con fidelidad a la montaña con siete encuentros en los que la asistencia ha estado siempre por encima de los 40.000 espectadores, síntoma de la salud deportiva que desprende el equipo.