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EEUU anuncia que reanudará “inmediatamente” la ayuda militar a Ucrania tras la reunión en Arabia Saudí
La primera ronda de conversaciones entre Estados Unidos y Ucrania para tratar de encontrar una solución al conflicto que desangra al país eslavo desde hace tres años ha concluido este martes en Arabia Saudí con un notable resultado para los intereses ucranianos. En un comunicado conjunto de las dos delegaciones, Washington ha anunciado que reanudará “inmediatamente” la ayuda militar y la…

La primera ronda de conversaciones entre Estados Unidos y Ucrania para tratar de encontrar una solución al conflicto que desangra al país eslavo desde hace tres años ha concluido este martes en Arabia Saudí con un notable resultado para los intereses ucranianos. En un comunicado conjunto de las dos delegaciones, Washington ha anunciado que reanudará “inmediatamente” la ayuda militar y la cooperación en inteligencia con Ucrania, ambas suspendidas la semana pasada a raíz del sonado desencuentro que mantuvieron Donald Trump y Volodímir Zelenski a finales de febrero en el Despacho Oval. El comunicado añade que Kiev ha aceptado un alto el fuego inmediato de 30 días, a expensas de la respuesta rusa. “Ahora la pelota está en el tejado ruso”, ha dicho el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
La delegación ucraniana llegó a la cita con ganas de demostrar su predisposición a un acuerdo, después de que Trump haya acusado a Kiev de lo contrario, y solo unas horas después de que su ejército lanzara el mayor ataque aéreo sobre territorio ruso desde el inicio de la invasión. “El encuentro con el equipo estadounidense empezó de manera muy constructiva. Estamos trabajado por una paz justa y duradera”, aseguro el jefe de gabinete del presidente ucraniano, Andriy Yermak, tras el inicio de la reunión. En su país nadie ignora la extrema complejidad del momento, después de que las relaciones entre los antiguos aliados tocaran fondo a finales de febrero en el Despacho Oval, donde Trump y sus lugartenientes reprendieron públicamente al presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
“Las expectativas de la reunión son muy bajas, dado la concepción tan extraña que tiene la Administración Trump para acabar con la guerra”, asegura a este diario Oleksiy Melnick, codirector del Razumkov Center, un laboratorio de ideas con sede en Kiev. “Nos conformaríamos con una normalización de las relaciones. O dicho de otra forma, que cese la retórica y las acciones hostiles contra Ucrania”. Pero en el ánimo de su gobierno había algo más que la intención de reconducir las relaciones. Su delegación viajó a Yeda con una oferta concreta para un alto el fuego naval y aéreo con Rusia, la clase de iniciativa que Washington ha estado demandando de sus dirigentes en las últimas semanas. Moscú no se ha pronunciado al respecto. De momento, toda la presión estadounidense se ha centrado en Kiev, para regocijo del Kremlin.
A cambio de esa oferta, Kiev espera que EEUU reanude la ayuda militar y de inteligencia, interrumpida la semana pasada a raíz de la bronca en la Casa Blanca. “Todo esto sucedió porque sentimos que no estaban comprometidos con ningún tipo de proceso de paz o si quiera interesados en negociar”, aseguró el secretario de Estado, Marco Rubio, refiriéndose a las autoridades ucranianas poco antes del inicio de la cita en Yeda. Antes de aterrizar en la ciudad saudí para presidir la delegación estadounidense, Rubio reiteró que Ucrania tendrá que hacer concesiones territoriales para acabar con la guerra. “Lo más importante es que nos vayamos de allí con la convicción de que Ucrania está preparada para hacer cosas, las mismas que tendrán que hacer los rusos, para acabar con este conflicto o al menos pausarlo de un modo u otro”, dijo el canciller estadounidense.
Sin tregua por el momento en el frente, Ucrania quiso demostrar que es muy capaz de golpear en el corazón de la Rusia de Vladímir Putin. Durante la madrugada lanzó una lluvia de drones sobre Moscú y otras nueve provincias rusas que mataron a tres personas e hirieron al menos a una veintena. De acuerdo con las autoridades rusas, 343 aeronaves no tripuladas fueron interceptadas, casi un centenar de ellas sobre los cielos de la capital.
Distintas imágenes demuestran, sin embargo, que algunos de esos drones golpearon instalaciones civiles como edificios de apartamentos o un aparcamiento. A lo que hay que sumar otras “instalaciones estratégicas involucradas en la agresión armada contra Ucrania”, según un comunicado de sus fuerzas armadas ucranianas. Desde una refinería de petróleo a las afueras de Moscú a un centro de control del oleoducto Druzhba en la región de Oryol. Este último ataque afectó al suministro en Hungría, que quedó interrumpido. El gobierno de Viktor Orban describió el incidente como “inaceptable”, mientras que el Ministerio de Exteriores ruso dijo que el ataque demuestra que “el régimen de Zelenski no tiene ninguna voluntad de paz”.
“En términos políticos, el ataque ha querido demostrar que Ucrania puede lanzar esta clase de ofensivas sobre territorio ruso, por lo que el alto el fuego debería interesar a las dos partes. No hablamos de una tregua en el frente, sino de los ataques en el interior de los dos países”, asegura Melnick. Las salvas aéreas de Kiev se cruzaron con los rutinarios misiles balísticos y drones rusos, que mataron a una persona e hirieron a otras 18, según las autoridades ucranianas.
La reunión a dos bandas en Arabia Saudí llega después de que los diplomáticos estadounidenses, encabezados por el canciller Rubio, mantuvieran dos encuentros previos con su contraparte rusa. La primera en Riad y la segunda en Estambul. Esa fluida comunicación entre los viejos archienemigos, que ha dado paso a un indisimulado alineamiento de la Casa Blanca con el Kremlin, está llamada a continuar en los próximos días. Según varios medios estadounidenses, el negociador de cabecera de Trump, Steve Witkoff, viajará esta semana a Rusia para proseguir con los contactos sobre Ucrania. Witkoff ya estuvo en la capital rusa el mes pasado, por entonces para facilitar un intercambio de prisioneros entre Washington y Moscú.