El Mundo
Dos años de atrocidades en Israel y Gaza: matanzas de civiles, hambruna provocada y destrucción total
Arde Cisjordania: decenas de muertos en la peor ola de violencia en más de una década. Así titulaba este diario un reportaje elaborado desde la Palestina ocupada el 22 de octubre de 2022. Por entonces, la eterna guerra de Oriente Próximo estaba fuera del radar de los grandes medios occidentales. El secretario de Seguridad de Estados Unidos, Jake Sullivan, llegó a…
“Arde Cisjordania: decenas de muertos en la peor ola de violencia en más de una década”. Así titulaba este diario un reportaje elaborado desde la Palestina ocupada el 22 de octubre de 2022. Por entonces, la eterna guerra de Oriente Próximo estaba fuera del radar de los grandes medios occidentales. El secretario de Seguridad de Estados Unidos, Jake Sullivan, llegó a decir que la región se encontraba “lo más tranquila que ha estado en dos décadas”. No era cierto. Solo en el año anterior al 7 de octubre de 2023, Israel había matado a 294 palestinos en Gaza y Cisjordania, entre ellos 60 niños; y los palestinos habían acabado con la vida de 39 israelíes, entre ellos cinco niños, todo según datos de Naciones Unidas.
La peor masacre de judíos desde la II Guerra Mundial
Entonces ocurrió lo impensable. Milicianos de las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, el brazo armado del partido político islamista Hamás, y de las Brigadas Al-Quds, el de la Yihad Islámica, reventaron o traspasaron volando la valla de separación y entraron en los pueblos israelíes cercanos a Gaza. Empezaron una carnicería que duraría horas. La llamaron “Zikim”, inundación de Al-Aqsa, la zona sagrada musulmana de Jerusalén.
Al mismo tiempo que lanzaban decenas de cohetes desde Gaza y desde el sur de Líbano por parte de las milicias Hizbulá, hombres armados con rifles y cámaras asesinaban de forma indiscriminada a habitantes y miembros de las fuerzas de seguridad de las comunidades rurales cercanas (kibutzim) y de los asistentes al festival de música Nova.

Concentración en el lugar donde se celebraba el festival Nova de música por el segundo aniversario de los atentados en Israel / Ilia Yefimovich/dpa
Murieron en el asalto 766 civiles israelíes y extranjeros, entre ellos 36 niños, en su mayoría a manos de los milicianos islamistas, que también asesinaron a 373 soldados y agentes de seguridad. En total, 1.139 muertos. Fue la peor masacre de judíos en un día desde el Holocausto nazi y el ataque más mortal contra la población civil de la historia de Israel desde su creación en 1947.
Aquel enorme pogromo fue acompañado del secuestro de 251 personas (27 militares y 224 civiles) que se llevaron a la fuerza a Gaza. Había entre ellos 36 rehenes menores de edad, que posteriormente fueron liberados.
Por todo ello, la Corte Penal Internacional ordenó el arresto del comandante de las Brigadas Al-Qassam, Mohammed Mohammed Deif, por crímenes de guerra y lesa humanidad. Estudió pero no llegó a emitir la de los líderes políticos de Hamás, Ismail Haniyeh y Yahya Sinwar, porque se había confirmado ya la muerte de ambos.
La peor guerra contra los niños
A aquel dia de infierno en el sur de Israel le han seguido 730 jornadas de horror en la Franja de Gaza y en la Cisjordania ocupada, los dos territorios que, junto con Jerusalén Este, conforman los Territorios Ocupados de Palestina. En los ataques de represalia de las Fuerzas de Defensa de Israel contra Gaza han fallecido ya al menos 67.000 personas y 168.000 han resultado heridas, según la cifra del último informe de la agencia de Naciones Unidas OCHA. Eso no incluye a las personas desaparecidas bajo los escombros. Un estudio de la revista The Lancet estima que la cifra real supera con creces los 100.000, de una población total de algo más de dos millones.
Entre ellos hay al menos 20.000 niños. Un menor muerto cada hora desde que comenzó la ofensiva israelí. “Gaza es el lugar más peligroso del mundo para ser niño”, afirma la organización de la infancia de Naciones Unidas UNICEF.

Disparos de bala de Israel contra niños en Gaza / .
La mitad de la población de la Franja es menor de edad, lo que aumenta las probabilidades de que salgan heridos o muertos de los bombardeos indiscriminados que se repiten cada día en Gaza. Pero no son solo daños colaterales. El ejército israelí dispara de forma rutinaria a niños en cabeza, pecho y abdomen, según una investigación de este periódico basada en los testimonios, fotografías y material médico de media docena de doctores internacionales que han trabajado en Gaza. Hay vídeos de esos disparos y decenas de doctores más que confirman esa práctica a diarios como The Guardian y NYT o a la televisión BBC.
La peor campaña de bombardeos en una ciudad de la historia reciente
Ni siquiera Estados Unidos ha usado sus propias bombas de una tonelada en zonas altamente pobladas en los conflictos modernos, porque el ratio de daños colaterales estimados por cada objetivo supera con creces los estándares de sus Fuerzas Armadas. Sin embargo, tanto Joe Biden como Donald Trump sí han estado enviando a Israel miles de esos proyectiles de gran potencia explosiva. Los cazabombarderos israelíes los han lanzado con profusión a diario sobre Gaza, una de las zonas más densamente pobladas del planeta.
En total, se estima que se han disparado unas 100.000 toneladas de explosivos sobre un territorio que es similar al de la ciudad de Málaga. Una potencia destructiva equivalente a varias bombas nucleares como las lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, y que ha provocado aún más destrucción que en las ciudades japonesas durante la II Guerra Mundial.
El 92% del cerca de medio millón de viviendas de la Franja han sido o destruidas (160.000) o severamente dañadas (276.000). Gaza es inhabitable, y lo será durante los próximos lustros. Solo retirar el volumen de escombros y de proyectiles sin detonar (se estima que uno de cada diez lanzados) requerirá de años y miles de millones de dólares.
La primera hambruna provocada por un país occidental
En agosto, Naciones Unidas decretó la hambruna de forma oficial en Gaza. La de la Franja no es la peor de este siglo: decenas de miles de niños han muerto de hambre en Sudán o en Yemen, por una mezcla de guerra, desplazamiento, sequía y bloqueos militares.

La catástrofe del hambre en Gaza: «Nos hemos convertido en huesos» / .
Lo que ha hecho que la hambruna de Gaza sea única es que ha sido provocada y anunciada por televisión por el primer ministro de Israel, un país aliado de Estados Unidos y socio de Europa. Benjamín Netanyahu, el líder de un país elegido democráticamente, se ponía, al ordenar el bloqueo de entrada de ayuda humanitaria en la Franja, al nivel de líderes como el sudanés Omar al-Bashir, ya depuesto pero también perseguido por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y lesa humanidad.
Además, no se produce en un sitio donde no haya alimento cerca, como en regiones desérticas de África, sino a escasos kilómetros de un Tel Aviv repleto de comida y con centenares de camiones esperando a que se abran las puertas para romper el bloqueo.
Disparos sistemáticos contra gente hambrienta y desarmada
A fecha de 1 de agosto, al menos 1.400 palestinos desarmados habían muerto tiroteados por el ejército israelí y mercenarios estadounidenses contratados para regentar los puntos de distribución de comida de la llamada Gaza Humanitarian Foundation, según la oficina de derechos humanos de los palestinos de Naciones Unidas (OHCHR). La cifra a fecha de este 7 de octubre es de más de 2.500 personas muertas cuando iban a buscar sacos de harina a esos centros de distribución, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
La práctica ha sido corroborada por ex miembros arrepentidos de la Gaza Humanitarian Foundation. Los soldados disparan contra la masa con fuego real como forma de control de multitudes, porque se acercan fuera del horario establecido o, en ocasiones, sin motivo aparente, como muestran investigaciones periodísticas de la BBC, The Guardian o Al Jazeera, entre otros medios. En vídeos verificados de internet se escucha a los hombres armados de la Fundación reírse tras disparar y gritar que han alcanzado a algún palestino.
Los disparos contra multitudes son una conducta inédita para el ejército de un país aliado de Estados Unidos y la Unión Europea. Israel niega estas prácticas.
La peor matanza de periodistas de la historia
El número de periodistas muertos en Gaza por disparos israelíes asciende a 242, según el recuento de Naciones Unidas a fecha de 11 de agosto de este año. La mayoría fueron asesinados mientras estaban ejerciendo su profesión. Se vio en directo en el bombardeo del hospital Nasser, en el que perdieron la vida informadores de las agencias Reuters o AP, entre otros, por un bombardeo dirigido contra ellos que Israel asegura que tenía como finalidad reventar una “cámara de Hamás”.
A la estrella televisiva de Al Jazeera, Wael al-Dahdou, intentaron matarlo dos veces. No lo consiguieron, pero sí acabaron con la vida de su cámara y de su hijo, también periodista, además de matar a su mujer, dos hijos y un nieto.
A algunos informadores, Israel los ha descrito a posteriori como miembros de Hamás, sin pruebas o basándose en meras fotografías en las que aparecían junto a los líderes políticos de la organización en la Franja. Muchos fueron bombardeados en las tiendas de campaña donde habitaban mientras dormían.
Nunca habían muerto tantos periodistas en el ejercicio de su profesión, según la organización Costs of War Project de la Universidad de Brown, en Estados Unidos. Son más que la suma total de los reporteros muertos en la I y II Guerra Mundial y la de Vietnam juntas. En la guerra de Ucrania, que dura ya casi cuatro años, han fallecido 17 periodistas mientras trabajaban.
La mayor destrucción de hospitales de la historia reciente
Ha habido cerca de un millar de ataques al sistema sanitario de Gaza desde el 7 de octubre de 2023, según la Organización Mundial de la Salud. El 94% han sido dañados o destruidos. Solo 14 de los 36 hospitales de Gaza siguen operando. El 65% de los centros de salud primaria han dejado de operar. Cerca de mil sanitarios han muerto bajo las bombas o los disparos de Israel, que se han cebado especialmente contra las ambulancias.
Un grupo de sanitarios perfectamente identificados y con las sirenas puestas fueron asesinados por el ejército israelí en Rafah, y luego enterrados con excavadoras. Israel al principio negó los hechos pero tras conocerse imágenes inéditas, reconoció la matanza, alegando que sus soldados les creyeron una posible amenaza.
En general, Israel alega que Hamás se refugia en los hospitales o que tiene centros de comando en los sótanos de los mismos, algo para lo que no ha aportado pruebas concluyentes y que niegan los doctores internacionales que han trabajado en esos centros.
Detenciones en masa y torturas sistematizadas
Desde octubre de 2023, las autoridades israelíes han intensificado enormemente la detención de palestinos en Gaza y Cisjordania. Mantienen recluidos en estos momentos a unos 11.040 palestinos, más de la mitad sin cargos ni juicio, según la organización de derechos humanos israelí HaMoked, a fecha de 1 de septiembre de 2025. Centenares son niños.
En la cárcel de Sde Teiman, en el desierto del Neguev, los presos palestinos han estado sometidos a un calvario inimaginable. Además de las palizas y privaciones del sueño, hay amputaciones rutinarias de miembros coagulados por grilletes demasiado apretados, según investigaciones como la de la cadena estadounidense CNN, basada en informantes dentro de la prisión. Se les somete a privación sensorial total, atándolos durante días con los ojos vendados a las camas y poniéndoles pañales para recoger sus necesidades.
En esos centros de detención hay centenares de mujeres y niños, sometidos a golpes y abusos, según organizaciones como Amnistía Internacional. Al menos 75 presos palestinos han muerto bajo custodia. En algunos casos son violados de forma grupal por soldados. Tras una investigación interna sobre el caso más sonado, en el que se filtró un vídeo de uno de estos casos contra un preso, los soldados fueron puestos en libertad tras una campaña de apoyo en los medios de comunicación israelíes.
Los bombardeos indiscriminados de Hezbolá e Irán
El 27 de julio de 2024, un ataque con cohetes de la milicia chií libanesa Hezbolá golpeó un campo de fútbol en la localidad del norte de Israel de Majdal Shams, al norte de los Altos del Golán ocupados por Israel. Murieron doce adolescentes y niños, de la minoría drusa del país, que se consideran ciudadanos sirios.
Tras iniciar una guerra contra Irán, su mayor enemigo, con bombardeos en Teherán y en contra las instalaciones militares iraníes, Israel recibió una lluvia de misiles que acabaron con la vida, en dos tandas de ataques, de varias decenas de civiles.
Además, la lluvia de proyectiles, tanto de Irán como de Hezbolá, ha obligado a evacuar a decenas de miles de israelíes de sus hogares en el norte del país.
Rehenes 730 días en los túneles de Hamás
Aún quedan en la Franja una veintena de rehenes con vida, todos ellos varones adultos, además de unos 27 cadáveres. Amnistía Internacional exige que sean liberados de forma “inmediata” e “incondicional”.
Las condiciones de muchos de ellos, tras 724 días de cautiverio, “son terribles”, asegura la organización de derechos humanos en un comunicado. Corren un “grave riesgo de muerte y de tortura y otros malos tratos”.
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