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De Jong debería hablar con Lamine antes de reñir a Carvajal, ¿no?

Empecemos por lo serio: Lamine Yamal está lesionado. Eso sí que es grave. La pubalgia no es ninguna broma. Peor aún: no es una lesión que se cure de la noche a la mañana. Y, desde luego, no es una lesión que mejore si la vida del deportista que la sufre es la mar de divertida. Eso no lo digo yo,…

Empecemos por lo serio: Lamine Yamal está lesionado. Eso sí que es grave. La pubalgia no es ninguna broma. Peor aún: no es una lesión que se cure de la noche a la mañana. Y, desde luego, no es una lesión que mejore si la vida del deportista que la sufre es la mar de divertida. Eso no lo digo yo, lo dicen los médicos, los especialistas, los fisios y aquellos deportistas que la han padecido a lo largo de muchos meses y/o años.

Ese sí es un problema para el ‘niño de oro’, mucho mayor que sus actos de altivez, juventud, divertimiento o vuelos en helicóptero sobrevolando Croacia. Por cierto, viaje recomendado por más de un compañero e, incluso, directivo azulgrana.

Así que poca broma con la lesión que padece el muchacho y, por descontado, no estoy escribiendo nada que no sepan, sobradamente, Hansi Flick, tal vez por eso su cabreo, ni toda la pléyade de técnicos, asesores, preparadores físicos, repito, fisios y equipo de fuerza del FCBarcelona. “Estoy seguro que el Lamine del domingo, en el Bernabéu, será un Lamine diferente, siempre está en los partidos importantes”, sentenció el ‘mister’ antes de viajar a Madrid.

Digo esto porque la razón de que escribamos y hablemos tanto del muchacho es porque no podemos hablar de sus filigranas sobre el césped y nos dedicamos a relatar y criticar las cosas que hace fuera del campo, que son un montón.

El mayor problema de Lamine Yamal no son sus ‘cosas’, el mayor problema de Lamine Yamal es que está lesionado de algo que le puede amargar los próximos meses…si no se cuida de verdad. Ese sí es un problema.

A Lamine, le ocurre lo mismo que al presidente Joan Laporta: mientras el equipo vaya ganando, que ya no es así, todo lo demás queda enterrado, no existe, no se ve, hasta provoca risas. Si el equipo se acostumbra a no ganar, habrá lío. Si Lamine Yamal juega estelar, podrá salir, cada día si quiere, en globo o en helicóptero desde el jardín de la mansión que acaba de comprarse hasta el hotel de lujo de Croacia. Pero, gana, amigo, gana.

Prohibir es malo

Dicen, aunque yo no acabo de creérmelo, que alguien, igual el veterano nuevo DIRCOM del club, ha empezado a alarmarse ante el ruido que generó Lamine Yamal la pasada semana. Y, dicen, que están tan asustados que ayer le prohibieron, bueno, vale, no, le recomendaron que no acudiese a la presentación del nuevo móvil de la firma Oppo, uno de sus principales patrocinadores personales del muchacho, con un contrato de varios millones de euros.

No creo que prohibir o, simplemente, lanzar esa intimidadora frase de “veríamos con buenos ojos que te ahorrases esa aparición”, sea la manera ideal de encauzar el tema, pues, al final, los patrocinadores pueden ponerse de uñas con el deportista y el Barça. Pregunta: ¿Tanto miedo tenía el Barça como para decirle “no vayas”? ¿Resulta imposible que Lamine Yamal vaya y no ocurra nada o no diga más disparates?

Lamine Yamal, en una imagen promocional de Oppo.

Lamine Yamal, en una imagen promocional de Oppo. / OPPO

Es evidente que tan disparatado es que Lamine Yamal vaya a divertirse a una charla de la Kings League, con personajes que le van a estirar de la lengua (y, luego, se arrepienten de ello, o simulan arrepentirse) sin protección oficial, sin que el club le haya sugerido que no se meta en líos a tres días del ‘clásico’, es decir, sin haber sido asesorado previamente (y, si lo fue, aún peor, para él y para el club), como que, de pronto, le sugieran que no acuda a un evento programado con meses de antelación de uno de sus principales patrocinadores personales.

Debería haber un intermedio ¿no? El problema es que ni con el Barça ni con Lamine Yamal, ni con Joan Laporta, que, insisto, se enfadó por no haber sido invitado a la fiesta de cumpleaños del muchacho, hay intermedios. Esto es ‘pit i collons’ y si alguien (yo) no lo entiende así, es que es un viejo de 74 años, que no vive en 2025 y que jamás ha tenido un hijo de 17/18 que se ríe de Janeiro.

Los consejos de De Jong

“Todo lo que La Masía podía hacer por ese chico, ya lo hizo. Y bien, muy bien. Una vez salen de la residencia, es campo abierto, es el mundo a mis pies y pasa a depender de su familia, su entorno, sus agentes, sus compañeros y el club. Y es, entonces, cuando aparecen todas las tentaciones del mundo y no todo el mundo es Andrés Iniesta, que sufrió lo que sufrió, de niño y de adulto, y, ahora, es todo un ejemplo”, me contaba ayer una de las personas que más, mejor y durante más tiempos han trabajado en La Masía azulgrana.

Existe la posibilidad de que Lamine Yamal crea que no necesita a nadie, por descontado. Bueno, es más, lo piensa, sí. Pero también existe la posibilidad, al parecer, inexistente, de que muchos de los que rodean al ‘niño de oro’ se hayan dado cuenta de que no va por buen camino, aunque él, Joan Laporta, Hansi Flick, Deco y Jorge Mendes piensen que sí.

Y si alguien, por ejemplo, mira, Frenkie de Jong piensa que le puede dar un consejo, lo mejor es que se lo dé antes de que meta la pata y no que critique a Dani Carvajal por decirle, en público, a Lamine Yamal lo que piensa.

Parece que De Jong ha olvidado que su compañero de vestuario no cogió el móvil y llamó al capitán merengue para decirle que roban y son unos llorones. No, no, lo dijo, no solo en público, sino en radio, prensa y televisión. No se cortó ni un pelito. Así que estaría bien que De Jong se llevase, algún día, a Lamine Yamal al rincón de pensar del vestuario culé, en lugar de reñir a los demás.

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