El Mundo
China y Estados Unidos anuncian un consenso comercial antes de la cumbre Xi-Trump
Un consenso preliminar, según China, y un acuerdo marco sustancioso, según Estados Unidos. Un fin de semana intenso en Malasia ha limpiado el camino para que Xi Jinping, presidente chino, y Donald Trump, su homólogo estadounidense, sellen la paz comercial la semana próxima en Corea del Sur tras un año turbulento. Los protagonistas han dado por sentado que Washington levantará la…

Un consenso preliminar, según China, y un acuerdo marco sustancioso, según Estados Unidos. Un fin de semana intenso en Malasia ha limpiado el camino para que Xi Jinping, presidente chino, y Donald Trump, su homólogo estadounidense, sellen la paz comercial la semana próxima en Corea del Sur tras un año turbulento. Los protagonistas han dado por sentado que Washington levantará la amenaza de los aranceles del 100 % a los productos chinos que iban a entrar en vigor en noviembre.
“Creo que cerraremos un acuerdo con China”, ha adelantado Trump en una jornada jubilosa que empezó apadrinando la paz entre Tailandia y Camboya. En Kuala Lumpur se habían citado el sábado los pesos pesados de las dos potencias. Por un lado, el viceprimer ministro, He Lifeng, y el jefe de los asuntos comerciales, Li Chenggang; por el otro, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante del Comercio, Jamieson Greer. El optimismo se había desparramado este domingo. Li ha aludido al consenso preliminar y descrito “unas consultas muy intensas e intercambios constructivos compartidos para explorar soluciones y arreglos para esas preocupaciones”. “La postura estadounidense ha sido dura”, ha reconocido.
Bessent ha citado el acuerdo marco sustancioso y anticipado que la semana próxima China abrirá de nuevo el grifo de las tierras raras. En ese contexto propicio avanzó Trump el próximo calendario de reuniones: tras verse en Corea del Sur, visitará Pekín después de Año nuevo Lunar (a mediados de febrero) y Xi le devolverá la cortesía “en Washington o Mar-a-Lago”. Contrasta el entusiasmo estadounidense con el silencio de China, que ni siquiera ha confirmado oficialmente el encuentro de la semana próxima. Sabe Pekín que cualquier sintonía con Trump puede romperse.
Asuntos en jaque
A ambos les espera una jornada dura este jueves en Gyeongjiu, sede de la cumbre de la APEC (foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico). Del saco de conflictos ha avanzado Trump que empezará con el fentanilo. El asunto es visto de forma opuesta. Sostiene Washington que Pekín no se ha esforzado lo suficiente en frenar el tráfico de los precursores químicos con los que es elaborado, mientras China recuerda que ningún alijo proveniente de su país ha sido hallado en el último año y que, en cualquier caso, no hay más culpable de la pandemia que la demanda de opiáceos creada por la industria farmacéutica estadounidense.
“El presidente Trump me dio una gran capacidad de presión en las negociaciones con la amenaza de los aranceles del 100%”, ha afirmado Bessent en una entrevista televisiva. A esa amenaza le atribuye Washington poderes ilimitados para conseguir todas sus reclamaciones: la cooperación en la lucha contra el fentanilo, el flujo de tierras raras, la compra china de soja estadounidense… No ha trascendido la postura china pero es descartable que ceda en todas esas áreas a cambio solo de los aranceles. También hablará Trump de Taiwán, un asunto que Pekín considera incondicionalmente propio, y de Jimmy Lai, el magnate de prensa hongkonés encarcelado.
Dominio del comercio asiático
Ha aprovechado Trump para firmar acuerdos con los miembros de la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental) que corrigen en parte su desatención pasada. En su primer mandato apenas acudió a una de las cumbres anuales e incluso ignoró la edición virtual durante la pandemia.
Su dejación de funciones, los embates arancelarios, las restricciones de visados y el recorte de ayudas económicas han sido aprovechados por China para erosionar la huella estadounidense en una zona que suma 680 millones de habitantes y una economía de 3,8 billones de dólares. Pekín ya lidera la influencia en seis de los once países y en algunos (Malasia, Birmania, Laos o Camboya) ni siquiera plantea batalla Estados Unidos, según un informe del Instituto Lowy.
Estados Unidos mantendrá sus aranceles del 19%, más bajos que los originales, a Malasia, Tailandia y Camboya, tras los acuerdos firmados hoy. Algunos de ellos están relacionados con las tierras raras, con los que Washington quiere mitigar la dependencia de China. Kuala Lumpur, además, dará preferencia a la importación de productos industriales y agrícolas estadounidenses.
Suscríbete para seguir leyendo
