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Catalunya también será determinante en la Vuelta
El 23 de agosto de 2025 se levantará en Turín el telón de una edición especial de la Vuelta. 90 años cumplirá la ronda española. Lo hará en Italia, la primera vez que la carrera rodará por los parajes del Giro. Y se vestirá con un uniforme diseñado con los nombres de montañas clásicas, un recorrido alejado de buena parte de…
El 23 de agosto de 2025 se levantará en Turín el telón de una edición especial de la Vuelta. 90 años cumplirá la ronda española. Lo hará en Italia, la primera vez que la carrera rodará por los parajes del Giro. Y se vestirá con un uniforme diseñado con los nombres de montañas clásicas, un recorrido alejado de buena parte de las subidas exageradas que habían marcado el modo de vida de estos últimos años.
Será una carrera donde Catalunya jugará un papel determinante, sobre todo con la contrarreloj por equipos de 20 kilómetros de Figueres y el estreno de la prueba por carreteras del Alt Empordà antes de ascender por el Pirineo de Lleida.
Diez finales en alto
Por eso, en Madrid, donde se presentó este jueves la próxima ronda española, 15 vencedores de la carrera no quisieron perderse la magia de descubrir un trazado que contará con 10 finales en alto y 2 contrarrelojes, dureza a doquier, media España en el escenario ciclista, el norte en vez del sur. Entre otros, Chris Froome, Alberto Contador, Pedro Delgado y Laurent Jalabert asistieron al descubrimiento de una Vuelta que visitará Italia, Francia y Andorra, al margen del trazado por las tierras de origen de la prueba, y que pasará por Catalunya, con una contrarreloj importantísima en Figueres, tal como adelantó este diario. Será por equipos.
Será también la Vuelta que afrontará la primera subida en el Piamonte y que visitará al cuarto día los Alpes del Tour (Montgenèvre y Lauteret, cumbres menores de la cordillera), camino de Voiron, cerca de Grenoble, desde donde se volará hacia Girona, con la mirada puesta en la ‘crono’ de Figueres para dirigirse luego desde Olot al puerto andorrano de Pal, el primero de los montes tradicionales de la ronda.
Con el ejemplo de Alpe d’Huez
Las carreteras de Lleida servirán a la Vuelta como introducción hacia el Pirineo de Huesca desde Andorra la Vella, la conexión típica por el Cantó y el paso por Sort, donde los coches que acompañan a la carrera por delante de los corredores paran siempre a comprar lotería. Regresa Cerler, donde se colocarán señales de tráfico en las curvas que recuerdan el nombre de los vencedores, como Perico, en una cima que parecía olvidada. Se creará una especie de Alpe d’Huez. Por la base del legendario puerto alpino de las 21 curvas circularán los ciclistas el martes 26 de agosto camino del aeropuerto de Grenoble.