Agostini y Rossi temen que Márquez pulverice sus récords
Hubo una época, cuando Valentino Rossi ganaba carreras y Marc Márquez se iba acercando a su triunfal debut en MotoGP, que se produjo en 2013, que cuando hablabas con el mítico, dicharachero, popular y campeonísimo Giacomo Agostini (122 victorias y 15 títulos mundiales) siempre te soltaba la broma de que empujases a Marc a dar el salto a MotoGP cuanto antes,…
Hubo una época, cuando Valentino Rossi ganaba carreras y Marc Márquez se iba acercando a su triunfal debut en MotoGP, que se produjo en 2013, que cuando hablabas con el mítico, dicharachero, popular y campeonísimo Giacomo Agostini (122 victorias y 15 títulos mundiales) siempre te soltaba la broma de que empujases a Marc “a dar el salto a MotoGP cuanto antes, para que frene a ‘Vale’, porque éste es capaz de alcanzar mis récords; solo Marc lo puede frenar”.
Ahora, desparecidos de la pista ‘Ago’ y el ‘Doctor’, consolidados sus registros en 122 y 115 victorias, respectivamente, y 15 y 9 títulos mundiales, las dos estrellas italianas, que mantienen el cariño de la afición italiana (casi) como si estuviesen aún en activo, empiezan a temer que el Marc Márquez 2.0, dueño de la mejor moto de la parrilla de MotoGP y recuperado (casi) totalmente de su gravísima fractura en el húmero derecho, alcance sus marcas e, incluso, las supere.
Es evidente, no nos engañemos, que al simpatiquísimo Agostini, que adora y admira a MM93 “por su arrojo, determinación, estilo agresivo y espectacular”, no le cuesta nada pensar que, de nuevo, sus números corren peligro. ‘Vale’ ni siquiera los acarició, “pero Márquez es muy capaz, mucho, de superarme y, llegado ese momento, puedo hacer dos cosas o volverme a poner el casco y pelear con él o felicitarle, porque los récords están para romperlos. Ahora mismo, pienso que Marc puede superar las marcas de Valentino, de eso estoy convencido”.
En los primeros cuatro grandes premios (Tailandia, Argentina, EEUU y Catar), Marc Márquez ha protagonizado uno de los mejores inicios de la historia en un Mundial: 7 de 8 victorias, 4 de 4 ‘poles’ y 4 de 4 vueltas rápidas, 123 puntos de 148 posibles.
Rossi, que es muchísimo más soberbio y altivo que Agostini y Márquez, nunca habla de esas cosas, pero su gente empieza a temer que el resucitado Márquez, que lleva 7 de 8 triunfos en el arranque de este Mundial, 4 de 4 ‘poles’ y 4 de 4 vueltas rápidas en carrera, así como 123 puntos, 17 más que su hermano Àlex, pueda, en efecto, alcanzar este mismo año sus nueve títulos y dada la facilidad con la que gana los domingos convertir sus 91 victorias actuales en las 115 del italiano.
“Para mí las marcas, los récords, las estadísticas, los números no son lo más importante”, comentó Márquez, en Catar, en una entrevista con Motorsport.es. “En cinco años nadie se acuerda de los récords. Bueno sí, cuando alguien supera un récord, se habla del anterior y del actual, pero nada más. En serio, no les doy demasiada importancia, para mí tiene mucho más valor el pilotaje, cómo has conseguido tus metas y, sobre todo, tu capacidad para superar las adversidades”.
Marc Márquez y el ex piloto italiano Giacomo Agostinii / EFE/Ricardo Suárez
Cuando Oriol Puigdemont le pregunta dónde se ve dentro de tres años, Marc tarda un segundo, tal vez medio, en contestar. Se mueve ligeramente en su sillón, se acomoda y simplemente dice, con extrañeza: “En el mismo sitio, ¿no?” Y Puigdemont añade: “Corriendo”. “Sí, claro, corriendo”. Es decir, el Marc Márquez 2.0 no tiene intención de retirarse en uno, dos, tres, tal vez cuatro o cinco años. A razón de 22 carreras por curso, ojito.
El mejor de todos
Las motos y motores actuales serán las mismas la próxima temporada, por lo que el idilio actual Ducati-Marc Márquez tiene un futuro muy prometedor. En 2027, cambia el reglamento técnico y, por lo que hemos visto durante los últimos años, Ducati parece mejor preparada que nadie para, también en ese escenario, poseer la mejor moto. El mejor piloto ya lo tiene.
‘Pecco’ Bagnaia, bicampeón rojo, ha llegado a decir que “Marc juega con nosotros”. Àlex Márquez y Franco Morbidelli afirman que “Marc está por encima del resto”. “Es el mejor piloto de todos los tiempos”, dice Claudio Domenicali, CEO de Ducati. “Tiene una cabeza privilegiada, maneja todos los resortes de MotoGP, va varios segundos por delante del resto”, indica Hervé Poncharal, dueño del equipo Tech3-KTM y presidente de la asociación de equipos.
«¿Dónde me veo dentro de tres años? Aquí ¿no?, corriendo». Márquez acaba de reconocer, en una entrevista en Motorsport.es, que no tiene intención de retirarse en los próximos años.
Marc, que tiene un talento prodigioso desde niño, añade a esa habilidad un cerebro privilegiado. Todo el ‘paddock’ coincide que al mejor piloto y a la mejor moto se añade, en esta ocasión, el mejor estratega jamás visto en MotoGP.
Y para demostrar esa cualidad, como, insisto, reconoce Poncharal, es suficiente con recordar el truco que Marc utilizó en Tailandia, dejando pasar a su hermano, para controlar la presión de sus neumáticos; cómo abandonó corriendo la parrilla de Austin para obligar a parar la salida y cambiar las motos de agua por las de seco y, el pasado domingo, cómo tolero que Franco Morbidelli o Maverick Viñales gastasen, utilizasen, en la primera parte de carrera, las 10 vueltas útiles que tenía el neumático delantero, mientras él se las ahorraba, se las guardaba, para derrotarles en los 10 últimos giros.
Marc Márquez celebra su triunfo, el domingo, en Catar ante un resignado ‘Pecco’ Bagnaia. / ALEJANDRO CERESUELA
Rossi, que estuvo presente en el muro de Losail (Doha, Catar), presenció en directo las dos exhibiciones de Marc Márquez, sábado y domingo. No dijo nada, por supuesto, pero intuye que MM93 puede empatarle a títulos este año. Y, en cuanto a victorias, de momento, el ocho veces campeón se convirtió, el domingo, en el español con más triunfos en el Mundial (91 por 90 de Ángel Nieto). Detrás del mayor de los Márquez están Nieto (90), Mike Hailwood (76), Jorge Lorenzo (68), Dani Pedrosa (54) y Mick Doohan (54).
Y ya que hablamos de Doohan, uno de los ídolos de Marc Márquez, recordemos que el campeonísimo australiano de Honda ganó su primer cetro (1994), con 29 años y sumó el quinto con 33. Márquez acaba de cumplir los 32 y ya suma seis títulos de la categoría reina.
“Cuando las cosas se complican como, por ejemplo, este fin de semana en Catar, un circuito que jamás me ha ido bien, es cuando mejor me siento”, comentó Márquez antes de abandonar Doha. “Y, cuando voy más cómodo, es cuando puedo cometer o repetir el fallo de Austin, un error estúpido”.
“Marc domina las carreras como quiere. El único que puede perder este título es él porque lo tiene todo controlado. Tiene experiencia, velocidad y la mejor moto. Insisto, no tendrán problemas en conquistar el título, si no se los crea”.
Joan Mir
— Piloto oficial de Honda y campeón de MotoGP en 2020
Siete de ocho victorias posibles, 123 puntos de 148 posibles, 4 ‘poles positions’ de 4 posible y 4 vueltas rápidas de 4 posibles. “Marc ya ganaba cuando no tenía la mejor moto”, recuerda el italiano Carlo Pernat, uno de los representantes y comentaristas más prestigiosos del ‘paddock’. “Imagínense, ahora, habiendo peleado lo que ha peleado, mucho y bien, con una enorme astucia, para conseguir la mejor moto. El mejor piloto sobre la mejor moto, por eso pasa lo que pasa. Y espérate, me temo que su dominio va a ser tremendo. Yo, desde luego, le veo como en aquel arrollador 2019”.
Al final, todos llegan a la misma conclusión que llegó y expuso, el primero de todos, el campeón mallorquín Joan Mir nada más verle correr y ganar en Tailandia: “Marc domina las carreras como quiere. El único que puede perder este título es él porque lo tiene todo controlado. Tiene experiencia, velocidad y la mejor moto. Insisto, no tendrán problemas en conquistar el título, si no se los crea”.
Da incluso la sensación que el propio Marc Márquez piensa eso al reconocer, una vez logrado su tercer doblete (sábado y domingo, ‘sprint’ y GP) en Catar, que “esta doble victoria era la única manera de arreglar el error de Austin”. Es decir, su visita a Doha fue parta reivindicarse. Y lo logró a lo bestia.